La presidenta
Cristina Fernández de Kirchner reaccionó con rapidez
y le ordenó a la secretaria de Medio Ambiente Romina Picolotti que fuera a
Chubut, donde minuto a minuto preciosas hectáreas de bosque se transforman en cenizas. A
casi 96 horas de iniciados los incendios, llama la atención que la propia funcionaria no hubiera
ido antes "ordenada" por su sentido común. Pero, al margen del sentido común que pueda o no tener
Picolotti,
hay que destacar el reflejo político de Cristina (o de Néstor para aconsejárselo).
El tema de los incendios forestales, además del humo y pérdidas millonarias,
siempre trae el fantasma de María Julia. La funcionaria preferida de Carlos Menem
acumuló toneladas de expedientes judiciales por sus múltiples labores pública, pero la desastrosa
respuesta oficial en 1996, ante incendios forestales en Bariloche, terminó no sólo llevándola
a juicio, sino recibiendo penas de prisión. No menos
célebre fue su lucha contra la contaminación del Riachuelo, que iba a durar 1.000
días y todos saben como terminó.
Picolotti también lidia con el Riachuelo, a 5 años de gestión kirchnerista es el
mismo foco de basura de siempre. Es posible que en el sur no pueda hacer
más que mirar, pero aparecerá en las fotos, tal vez con esos cascos amarillos que
tanto le gustan a De Vido, y eso romperá con algunas peligrosas coincidencias de su gestión con la
de María Julia.
Y para los que no recuerden los incendios de Bariloche de 1996, les puede resultar
interesante leer un nota de
www.elciudadanobche.com.ar.
que retrata con precisión la magnitud de aquella catástrofe (para la naturaleza y para Alsogaray).
Cualquier semejanza con la realidad actual no es mera coincidencia.