A 22 días de que la pastera finlandesa Botnia comenzara a funcionar, ya suman 14 las personas de Fray Bentos y Gualeguaychú que sufrieron distintas afecciones por el intenso olor que despiden sus chimeneas, mientras que otras tantas se quejaron por distintos medios del olor “insoportable a huevo podrido”.
Los más afectados fueron alumnos de distintas escuelas, que tuvieron náuseas, mareos o irritaciones oculares y de garganta.
Precisamente estel viernes, dos estudiantes de 15 y 16 años de la Escuela N° 216 “Esteban Piaccenza”, ubicada en la zona rural “ El Potrero”, tuvieron que ser trasladados al Hospital Centenario de Gualeguaychú, con síntomas tales como irritación ocular, nauseas e irritación en la garganta.
El martes último, otros cuatro alumnos de una escuela rural de Gualeguaychú sufrieron náuseas y descomposturas que fueron atribuidas a las emanaciones de la pastera. La directora del establecimiento, Silvia Arrúa, confirmó que había un "fuerte olor picante y como a huevo podrido", que fue lo que descompuso a los chicos de escuela número 12 "Del Pericón", a 20 kilómetros al sur de la ciudad entrerriana.
El primer caso en una escuela se registró el 21 de noviembre en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, donde está instalada la papelera, cuando seis alumnas de la Escuela 53 sintieron durante unos 15 minutos síntomas de mareos.
En esa oportunidad, la empresa reconoció el fuerte olor emanado por sus chimeneas , pero intentó desdramatizar el asunto, y dijo que el olor es parte del "proceso de puesta en marcha" de la planta. "A partir del segundo mes, se podrían percibir eventos de olor sólo algunos minutos durante las 2 o 3 paradas por mantenimiento que se realizan anualmente", adelantó.
Dos días después de que la empresa se pusiera en funcionamiento, dos trabajadores de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), que cumplen tareas en el puente General San Martín, que une Gualeguaychú y Fray Bentos, habían sufrido descomposturas como consecuencia de los olores "insoportables", que llegaron hasta las cabinas del puente por los fuertes vientos que corrían esa tarde.
Fuentes de la CARU dijeron en ese momento que se trató de emanaciones de gas de azufre y precisaron que los fuertes olores "se sintieron al menos durante tres horas, con intermitencias".