POLITICA

El Papa recibe el martes a la CGT oficial y pedirá la unidad de las centrales obreras

Una comitiva oficial de veinte dirigentes de la central que lider Caló llegará mañana a Roma.

Con Pablo Moyano, en una de sus recorridas en el Vaticano.
| AP

El Papa recibirá el martes a una delegación de la CGT oficial y le pedirá la unidad sindical, adelantaron a PERFIL fuentes que negociaron el encuentro.

Una comitiva de alrededor veinte dirigentes de la central que lidera Antonio Caló (UOM) llegará mañana a Roma, donde los espera Omar Viviani (taxistas), un dirigente de fuertes vínculos con el Vaticano desde hace años. Viviani es amigo del cardenal Leonardo Sandri, el argentino con más peso en la sede papal hasta la llegada de Jorge Bergoglio.

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El martes, los sindicalistas participarán de una misa particular del Pontífice. Francisco les pedirá la unidad del movimiento obrero, hoy quebrado en tres CGT y dos CTA. La división sindical es un escenario ideal para el Gobierno, que encuentra al poder gremial atomizado y debilitado ante los reclamos.

Los distintos sectores sindicales coinciden en pocas cosas. Una de ellas es que la unidad de las CGT no es posible en el corto plazo. Los gremios más poderosos se encuentran divididos en tres centrales: la oficial, reconocida por el Ministerio de Trabajo, que lidera Antonio Caló; la CGT Azopardo, de Hugo Moyano y sus cada vez menos aliados; y la Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo. Además, a la fragmentación gremial se suma la CTA, dividida en la oficial de Hugo Yasky, y en la opositora de Pablo Micheli. La unidad parece hoy un objetivo a largo plazo. La figura del ambicioso Moyano –que no quiere renunciar a ser la cabeza de la central–, los intereses particulares de los dirigentes, la cola del Gobierno y la intromisión de Sergio Massa en el escenario gremial agudizan las divisiones ya históricas entre los distintos sectores.

¿Se atreverán a decirle al Papa que ninguno cree que la unidad sea posible? Fuentes gremiales estimaron que será difícil y que deberán ser diplomáticos.

El viernes, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, recibió en la Casa Rosada sólo a la CGT y a la CTA oficiales para instalar un acuerdo de precios y salarios. La división sindical fue siempre promovida por el poder político. No hace falta ahondar en el eficiente resultado de la máxima “divide y reinarás”, que aplicó al Gobierno a la hora de controlar a los gremios y sus reclamos salariales en pleno ascenso inflacionario.

Antecedente. No es la primera vez que el Pontífice pedirá que los sindicatos se unan en una única CGT. La primera y última visita de los cegetistas al Papa fue el 21 de junio. Entonces, la comitiva sindical fue mucho más chica y Caló no asistió por cuestiones personales. Fue un mano a mano entre Francisco y Viviani (siempre presente en las visitas vaticanas),  Héctor Daer (sanidad, diputado electo por la lista de Sergio Massa), Horacio Ghilini (docentes privados), Norberto Di Próspero (empleados legislativos), Omar Suárez (portuarios del SOMU) y Marcos Castro (capitanes de ultramar).

Estaba también Ricardo Pignanelli, titular del Sindicato de Mecánicos (Smata). Tras el encuentro, el dirigente reveló: “Esto me lo dijo el Papa: ‘Hacia adelante hay que ir a la unidad del movimiento obrero’”.

Además, antes de ser Pontífice, Bergoglio le había pedido la unidad a Hugo Moyano en reuniones a solas con el líder camionero, como reveló PERFIL. También a Gerónimo Venegas (peones rurales), miembro de la CGT moyanista. Venegas dijo ayer a este diario: “Siempre pedía la unidad porque decía que si el movimiento obrero no está unido, los que pierden son los trabajadores”. “Creo que tiene razón, hay que arreglar las divisiones que tenemos y darnos cuenta de que el movimiento obrero tiene que estar unido para ser fuerte. Deberíamos empezar a dialogar la unidad, pero lo cierto es que no hay ninguna negociación en marcha”, agregó el dirigente.