POLITICA

El planeta Miedo

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Nada más violento que el miedo. Toda vez que los tesoreros del mundo disputan un doblón, lo primero que hacen es acariciar sus escopetas atómicas. Sobre el pucho, los fanáticos de la fe se aíran suponiéndose superiores a creyentes de otros dioses. Un antiquísimo imán atrae al usurero y al guerrero. Es nuestro sino. No le sucede al eucaliptus con los pinos ni a las alondras con los faisanes. Hasta que no aclaremos que diablos sueltos son los okupas del neocórtex no sabremos porque es el miedo y no la valentía la que impulsa a la especie. Miedo y Moneda. Ambas comienzan con M. También Mal. Alguna relación habrá. "Que el Mal sea Bien" divaga Shakespeare en "Medida por Medida". Nada lírico, el inmenso Vonnegut propone una salida más rápida: "Nada impide que el bien triunfe sobre el mal. Solo habría que organizar a los angelitos de la guarda con el sistema de la Mafia" (La M, otra vez) Sobre estas cosas acaba delirando uno no bien surfea por las pizarras informativas del estado de salud del mundo. Pasan noticias como flechas. O subnoticias, pues a poco que se descascare la nota, el noticiero, el notidiario (o columnas, como ésta) aparecen zonas de confusa información. Vistazo rápido. 1/Al Vaticano lo pescan blanqueando 20 millones de euros (que no provienen de fideicomiso angélico alguno) 2/USA sostiene que busca sembrar en Afganistán semillas de Jefferson para sacarlos del atraso. 3/Obtusos (pero no tontos) los talibanes recitan para sí un sutra tecno: el subsuelo de tres de nuestras provincias contiene el más buscado "platino" de la industria digital: el litio. 4/Israel no aplaca su angurria: insiste en que es suya la concesión absoluta de la Tierra Prometida pues (vaya suerte que tuvieron) dicen que solo a ellos (¿por lindos?) les fue dada la Primera Escritura Celestial.

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De no ser porque "nos la venden cambiada" la historia podría encaminarse hacia una lógica elemental y armónica que aflojase la angustia que, por donde se mire (sí, entre los envidiados encandinavos también) empaña el módico deseo de poder respirar tranquilos. Salimos del siglo 20 como infantes que iban a un recreo. Lo "vendieron" así. El 21 sería musical. El portalón de una utopía posible. Según se soñó no bien transpuesta la última noche de San Silvestre del siglo, modernos choznos de Pericles y Confucio convertirían a las Naciones Unidas en una orquesta sinfónica de 200 profesores multiétnicos. El mundo entraría en una especie de spá internacional y aprendidas ya las sangrientas lecciones diríamos adiós a la prehistoria para encarar (ahora sí) una civilización terrestre, si no perfecta, al menos humana.

Vaya fiasco. Esta primera década la vivimos temblando. Los responsables de la gran maratón terrícola no parecen buscar un objetivo nuevo sino dilatar el anterior. Es el Miedo el que sigue marcando la tendencia de la historia. Europa olvida que que tuvo 80 millones de muertos hace pocas décadas. EEUU insiste en perder guerras que anuncia como victorias. China entró a comerse el planisferio a dentelladas (y, previendo sed, compra la geografía acuífera de Africa) Ni hablar de armas y drogas, ni de vicarios y sicarios. La situación mundial suspende el juicio. "El mundo sería más pacífico si todos fuéramos ateos" pensó José Saramago. Sí, pero desarmados ¿no? Los martes a las 22 canal Space pasa la serie "Crime Zone" sobre "los casos más atrapantes", de ya se sabe qué. El programa es auspiciado (sic) por el calmante (sic) Armonil (sic) bajo el slogan "Para vivir en armonía".San Miedo manda.

(*) Especial para Perfil.com