“Ningún medio tiene la penetración de Facebook”, repiten en el equipo de Mauricio Macri. Es así que en la campaña 2015 estiman que llegaron con sus mensajes a 20 millones de usuarios, casi la totalidad de quienes tienen esta red social en Argentina (se estima en 25 millones).
Para esto, los equipos de comunicación liderados por el ahora jefe de Gabinete, Marcos Peña, comenzaron con el plan de redes tres años atrás. Semanas antes de las elecciones no sólo llegaban a estas personas sino que también habían conseguido un millón de voluntarios a través de internet, lo que les permitía multiplicar el mensaje en las redes, pero también cumplían con la tarea de los militantes de recorrer y convencer en su barrio.
A través de internet comenzaron a llegar a sectores bajos adonde en un principio no tenían pensado llegar. Incluso, desde el búnker del PRO notaron que muchos de los que ingresaban a sus páginas y llegaban a registrarse lo hacían a través de las computadoras del programa Conectar Igualdad promovido por el kirchnerismo.
Desde el PRO trabajaron en la microsegmentación que les permitió dividir a los votantes en diferentes nichos con intereses en común para enviarles un mensaje personalizado. Una de las herramientas fue la creación de distintas “páginas satélites” (que también utilizan otras fuerzas políticas) como “Somos Muchos”, “Argentinos en el Mundo”, “Docentes Argentinos”. Se trata de perfiles que no se reconocen como propios del macrismo y que buscan generar miles de seguidores con contenido interesante para ellos. Una vez que se atrae su atención, se envía mensajes con contenido político. Hoy muchas de esas paginas, como “Docentes Argentinos” que tiene cerca de 120 mil seguidores, las utilizan para preguntar qué opinión le merece a sus usuarios las columnas del ministro de Educación, Esteban Bullrich. Las páginas que más seguidores ganaron fueron las que tenían que ver con las mascotas, por lo que surgió la aparición del perro Balcarce.
En este sentido, la base de datos de la Anses se vuelve más que atractiva. Trabajadores, desempleados, jubilados, monotributistas, ciudadanos que reciben asignaciones familiares, beneficiarios de planes Progresar, Procrear, Conectar Igualdad y la Garrafa Social. Inclusive, cuentan con la información de qué consumen quienes poseen la tarjeta Argenta. Aunque el convenio no le permite al Gobierno su utilización para la elecciones, el PRO tiene un antecedente cercano que generó polémica. Fue cuando en 2013, el ex legislador porteño Rafael Gentili denunció ante la Defensoría del Pueblo el caso de un ciudadano que había recibido un mail de publicidad política de Horacio Rodríguez Larreta invitándolo a una actividad partidaria.
De acuerdo a la denuncia, se había accedido al mail por el registro que este usuario había hecho para utilizar las EcoBici. Desde el PRO aseguran que los diez millones de contactos que tendrán por el convenio de la Anses ni los que recibirán de otros organismos serán utilizados para la campaña. Pero advierten que puede haber denuncias. “Hoy cualquier persona ingresa a una página y con sólo conocer un DNI y el email puede suscribir a otro a una base de datos sin que el propio involucrado lo sepa, pero después termina denunciando al Gobierno”, advierten en despachos de la Casa Rosada.