A pocos días de haber cumplido un año al frente de la Jefatura de Gobierno, el PRO protagonizó lo que quizás sea el peor escándalo del partido desde su constitución. Oscar Moscariello, jefe de bloque macrista en la Legislatura, fue descubierto infraganti votando dos veces un mismo proyecto en el Parlamento porteño.
Luego de conocerse las fotografías que muestran a Moscariello incumpliendo el reglamento de la Legislatura (las votaciones son personales), el titular del bloque PRO negó que haya votado dos veces, sino que primero lo hizo en su nombre y después por el legislador Cristian Ritondo, quien estaba ausente de su banca.
Crónica de un escándalo. El 4 de diciembre pasado, en la Legislatura porteña, Moscariello y Silvia Majdalani votaron un proyecto que establecía un acuerdo de cooperación entre la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Chubut. Lo escandaloso del caso es que los legisladores en cuestión, además, "apretaron el botón" en lugar de Ritondo y Daniel Amoroso, ausentes de sus bancas.
El diario Crítica de la Argentina publicó hoy en su tapa "Diputruchos", con imágenes tomadas por la cámara oficial del recinto que muestra a Moscariello y Majdalani, primero, votando en sus propias bancas y, luego, reemplazando a Ritondo y Amoroso. El jefe de bloque PRO argumentó en declaraciones a la agencia DyN: "No es una falta de ética, en todo caso es una interpretación al límite del reglamento".
"Me niego a que seamos calificados de 'diputruchos'. Lo único que hemos hecho es facilitarle a los compañeros de bloque que estaban a pasos de su banca que emitieran su voto, nada más", se defendió Moscariello. Y agregó: "Cristian (Ritondo) estaba parado hablando con Diego Kravetz en su momento, cuando estábamos votando, y me hace seña para que lo vote, eso fue todo".
Moscariello, que calificó lo acontecido como "una inocentada absoluta", señaló que "no pueden hablar de diputados truchos ni nada que se le parezca, no es que alguien está violentando situaciones o cometiendo un hecho irregular". El término "diputrucho" fue adoptado en marzo 1992 cuando el bloque menemista en el Congreso sentó a un hombre de 72 años -que nada tenía que ver con las tareas legislativas- para alcanzar el quórum.