El cuestionado secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, viaja en un costoso avión de origen enigmático para trasladarse entre Córdoba, Buenos Aires y otros destinos. Antes, el funcionario había sido denunciado por volar en un avión que pertenecía a una de las empresas que debería controlar.
El avión es un Lear Jet 31A con matrícula norteamericana (N786YA) y capacidad para ocho pasajeros. Fue fabricado en 2000 por la firma canadiense Bombardier y pasó por varias manos, hasta que lo compró una persona cuya identidad se desconoce el 24 de diciembre pasado, según informaron fuentes aeronáuticas al diario La Nación .
Si bien el comprador final es desconocido, uno de los que averiguó sobre las condiciones de venta fue Manuel Vázquez, operador de la Secretaría de Transporte.
El avión fue adquirido en 4.083.000 dólares por la firma Pegasus Equity Investment, radicada en Costa Rica, mediante un crédito de la sociedad Elkrest Investments Limited, que tiene domicilio en las Islas Vírgenes británicas. No hay registro de los nombres de sus dueños, informó La Nación, algo que también había sido anticipado en el programa Bravo punto Continental .
Desde que llegó al país el 6 de febrero de 2009, la aeronave tuvo varios destinos: Viajó doce veces a Córdoba, siete a San Fernando, cuatro a Florianópolis y Montevideo, tres a Porto Alegre y Mar del Plata, y aterrizó en una ocasión en Punta del Este, Santiago del Estero, Sunchales (Santa Fe), y el Aeroparque Jorge Newbery.
Ricardo Raúl Jaime nació el 16 de enero de 1955 en Córdoba, donde hoy posee una casa en el country Cuatro Hojas, a la que viaja en avión todos los fines de semana. Pero su carrera política comenzó en Santa Cruz: fue concejal de Caleta Olivia entre 1987 y 1991. Ese año, Néstor Kirchner asumió como gobernador y Jaime fue su Ministro Secretario General.
En 1999 volvió a Córdoba y trabajó como segundo del Ministro de Educación provincial, Juan Carlos Maqueda. Cuando Kirchner llegó a la presidencia, Jaime fue designado secretario de Transporte, y mantiene el cargo hasta hoy durante el gobierno de Cristina Fernández.
En su cargo, Jaime acumuló riqueza y denuncias. Una de las acusaciones es haber viajado por placer en un avión financiado por empresas del grupo Cirigliano, a las cuales el funcionario debería controlar. La causa judicial lo obligó a buscar otra forma de traslado: la encontró en un avión de propiedad desconocida.
Por tener matrícula de nacionalidad extranjera, el avión suele descansar en el aeropuerto de Montevideo, y en ocasiones en la localidad bonaerense de San Fernando. En los próximos días debe renovar su permiso de permanencia en el país ante la Dirección de Tránsito Aéreo. La aprobación de la misma sería inminente, según dijeron a La Nación fuentes al tanto de los trámites.
