El titular del INADI de Catamarca, Marcelo Cisternas, que fue detenido el miércoles por supuestos disturbios que provocó en estado de ebriedad, desmintió los hechos por los que se lo acusaron y denunció una persecución policial en su contra montada por el propio gobierno provincial.
Por otro lado, el dueño del local donde se habrían producido los incidentes, en tanto, negó ante la prensa la versión otorgada por la Policía.
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Cisternas – que conduce el INADI catamarqueño desde abril último- fue detenido el miércoles en un rancho del Festival del Poncho, donde comía junto a dos personas. Según la versión policial, el funcionario (suspendido transitoriamente tras el escándalo) se encontraba en estado de ebriedad generando disturbios cerca de las 8 de la mañana y sin intenciones de marcharse del lugar, a pesar de que el dueño del rancho le había pedido retirarse.
Sin embargo, según el descargo personal de Cisternas, él y sus dos compañeros (uno de ellos es el asesor letrado del INADI, Mario Nieva) fueron “privados ilégitimamente de su libertad” por policías que los detuvieron cerca de las 3 de la mañana sin darles explicaciones ni permitirles hacer llamados para pedir ayuda.
Según el funcionario, primero fueron llevados al destacamento policial del predio donde se realizaba el festival, pero luego fueron trasladados a la Comisaría Tercera. “Ante cada requerimiento sobre el por qué de la detención seguían sin contestar y cuando solicitamos realizar llamadas a nuestros familiares o gente cercana, nos fueron denegadas permanentemente”, relató Cisternas a través de un comunicado.
Y aseguró que un oficial que se identificó como de apellido Sánchez le advirtió que se “dejaran de joder” y que eso “era un aviso”.
“A posteriori se hizo presente el médico policial y habiendo puesto previamente en el acta médica que me encontraba con aliento etílico me negué a realizar la extracción de sangre dado que en primera instancia no había bebido y que ante la falsedad de esta acta dije que cuando fuese a la justicia a realizar las denuncias pertinentes sobre estos actos ilegales iba a pedir el dosaje de sangre para la pericia pertinente”, aseguró Cisternas en el comunicado.
Contó además que, luego de varias idas y vueltas, fueron liberados recién cerca de las 14.30, luego de que les hicieran firmar “un comparendo de libertad y una notificación de una supuesta infracción al código de faltas”. Y aseguró que la Policía se negó a entregarles una copia de lo que habían firmado.
El funcionario del INADI acusó al gobierno provincial de haber operado en su contra. “Esta fuerza de seguridad (por la policía que lo detuvo) que responde al poder político del gobierno, no podría haber actuado jamás con la arbitrariedad y el marco de ilegitimidad e ilegalidad sin el amparo del poder político”, denunció Cisternas.
Luego, agregó que su posición pública sobre algunos temas “ha afectado los intereses del gobierno provincial”. Y denunció: “Hago responsable al Gobernador de la provincia de Catamarca y al Ministro de Gobierno de la misma sobre mi seguridad personal, mi integridad física y sobre todo el personal de esta repartición publica nacional y de todos aquellos que colaboran con nosotros”.
La versión del dueño del rancho. Lo que cuenta Pablo Reynoso, dueño del rancho donde fue detenido Cisternas, coincide con la del funcionario. En diálogo con algunas radios locales, Reynoso aseguró que varios efectivos policiales se llevaron detenido al funcionario con sus amigos, sin explicar los motivos y sin que ellos ofrecieran resistencia.
"Cisternas pasó a saludar cerca de las 3.30. Un rato después se cortó la luz y la policía vino a avisar que debíamos cerrar los ranchos. Cisternas y sus dos amigos se quedaron tomando un vino que les regaló la casa, pero que no llegaron a terminar, porque volvieron más efectivos que entraron con un tonito un poco más levado, diciendo que los van a llevar detenidos", relató Reynoso en diálogo con Radio Centro, de Valle Viejo.
"El señor Cisternas pidió hablar con el encargado del operativo, pero no se presentó, pero le vuelven a decir que lo van a llevar detenido". Ante la insistencia de los policías, Cisternas terminó accediendo a ir al destacamento con ellos, pero no ofreció resistencia, según el mismo relato.
"Cisternas pasó a saludar cerca de las 3.30. Un rato después se cortó la luz y la policía vino a avisar que debíamos cerrar los ranchos. Cisternas y sus dos amigos se quedaron tomando un vino que les regaló la casa, pero que no llegaron a terminar, porque volvieron más efectivos que entraron con un tonito un poco más levado, diciendo que los van a llevar detenidos", relató Reynoso en diálogo con Radio Centro, de Valle Viejo.
"El señor Cisternas pidió hablar con el encargado del operativo, pero no se presentó, pero le vuelven a decir que lo van a llevar detenido". Ante la insistencia de los policías, Cisternas terminó accediendo a ir al destacamento con ellos, pero no ofreció resistencia, según el mismo relato.