Como si algo más le faltara a la polémica ministra de Salud y esposa del gobernador chaqueño, Sandra Mendoza, circula la versión de que podría tener dengue. Este rumor es el corolario de una semana que tuvo a la primera dama provincial como protagonista de una sucesión de escándalos: en medio de la peor epidemia de dengue en sus pagos, dejó Chaco para festejarle el cumpleaños a su hija Guillermina, en un fastuoso salón porteño y habló 16 horas frente a la Legislatura local, sin contestar ninguna pregunta de los diputados de la oposición sobre su rol en el combate contra la enfermedad.
La Alianza Frente de Todos, opositora al gobierno de Capitanich, arremetió contra la funcionaria luego de la interpelación y llegó a amenazar con pedirles juicio político a ella y a su marido, por sostenerla en el cargo. Ahora, desde la UCR local cuestionan su estado de salud para seguir al frente de una cartera que debe lidiar con el brote de dengue que ya contabiliza casi 10 mil infectados y 9 muertos, según las cifras oficiales.
“Está en una situación de salud complicadísima”, declaró la presidenta de la Cámara de Diputados, Alicia Mastandrea, a radio Génesis, citada por el diario Primera Línea. Además, según la legisladora radical, Mendoza manifestó durante su alocución ser víctima de una peritonitis y otros problemas de salud que “por pudor” no quiso comentar.
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