POLITICA
per saltum para acelerar el tramite

En Tucumán reina la incertidumbre y el gobierno apura a la Corte local

El oficialismo presentó un recurso para que el tribunal resuelva lo más rápido posible. Crece la idea de una intervención y aumenta la tensión.

Apelacion. Marcelo Caponio, apoderado del oficialismo, ayer al presentar el per saltum en Tribunales.
| Telam
Desde Tucumán
El fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo que anuló las elecciones en Tucumán y convocó a nuevos comicios provocó una serie de reacciones encontradas: incertidumbre, tensión y algarabía, que por estas horas se baten en una olla a presión a punto de explotar, con un final abierto. El gobierno de José Alperovich apeló la resolución y presentó un recurso de per saltum para que la Corte Suprema provincial se avoque a analizar el caso lo antes posible. Y todo está condimentado con las versiones de una intervención federal y la certeza de que la Corte Suprema de la Nación terminará siendo un actor clave.
Los  legisladores, intendentes, concejales y comisionados comunales del oficialismo que resultaron ganadores en los cuestionados comicios apuntan sus cañones a la Justicia provincial y movilizan  a sus seguidores a la plaza Yrigoyen, ubicada frente a Tribunales, para esperar en vigilia la resolución de la Corte provincial, que deberá dirimir el conflicto. Ayer la zona que linda con el palacio judicial apareció empapelada con las fotos de los dos camaristas, Ebe López Piossek y Salvador Ruiz (ver aparte).
A diferencia del oficialismo, los candidatos del Acuerdo para el Bicentenario que resultaron triunfadores siguen con expectante silencio e incertidumbre los pasos de su líder, José Cano, y por lo bajo no ocultan su malestar con la medida de anular los comicios y ponen de ejemplo lo que sucedió en Yerba Buena: “Allí ganamos limpiamente a dos acoples del Frente para la Victoria, pero si mañana convocan a nuevas elecciones corremos el riesgo de que éstos se acoplen, se unan y nos terminen venciendo”, afirma ante PERFIL un dirigente radical, que pide reserva de su identidad.
Mientras tanto, los sectores más vulnerables, que dependen de los contratos políticos y los planes sociales miran con preocupación lo que les espera, si se anulan las elecciones o se interviene la provincia: “Sabemos que el hilo se corta por lo más delgado y los primeros en pagar los platos rotos vamos a ser nosotros. No sé que va ser de mi familia si mañana intervienen y me dejan de contratar. Para mí y para muchos compañeros más, que se anulen las elecciones o no es matar o morir”, sostiene José Gómez, que llegó temprano  a la plaza Yrigoyen  para pedir que la Justicia ratifique a Juan Manzur como gobernador electo en Tucumán.
Otro en cambio es el clima que se vive en la plaza Independencia, a apenas cinco cuadras de ahí, donde cientos de manifestantes se congregaron por la noche para festejar el fallo llamando a nuevas elecciones: “Por fin se hizo justicia, ya estábamos cansados de estas prácticas clientelistas y de este gobierno feudal que estaba acostumbrado a gobernarnos como si fuéramos ganado”, dice, eufórico, Félix Paz.
De aquí en adelante la Corte provincial tiene la responsabilidad de dictaminar si las elecciones del 23 de agosto fueron válidas o no. Pero todavía no se sabe con qué composición lo hará, ya que cuatro de sus cinco miembros serán recusados por la oposición.
De esa decisión pende la suerte de miles de tucumanos, para quienes los últimos comicios fueron un juego a matar o morir.