En España, la XVII Cumbre Iberoamericana no solo produjo varios dolores de cabeza por el conflicto diplomático que abrió la pastera finlandesa Botnia. Además, dos de los presidentes más influyentes de América Latina, Hugo Chávez y Nestor Kirchner se guardaron algunos minutos de sus discursos paradisparar contra el empresariado ibérico, lo que generó preocupación en el viejo continente.
Chávez apuntó contra ese sector al asegurar que la patronal española está entre quienes " apoyaron el golpe de 2002" que lo derrocó "durante 48 horas". Un poco antes, Kirchner habló de la persecución que sufrió de los empresarios del país de Rodríguez Zapatero.
La acusación de Chávez, según consigna el portal español 20minutos.com, es una respuesta a las declaraciones del presidente de los empresarios españoles, Gerardo Díaz Ferrán, quien expresó el miércoles pasado su preocupación por la situación de las inversiones en países iberoamericanos como Venezuela, Bolivia y Ecuador, "nada atractivos" debido a su inseguridad jurídica.
Así, el vocero de Exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, consideró que estas críticas son "absolutamente intolerables" y exigió al Gobierno una "firme protesta por semejante disparate".
Chávez "no puede permitirse el lujo” de acusar a la patronal española de estar entre quienes apoyaron el golpe de Estado que le derrocó en 2002, expresó Arístegui y agregó: "Me parece increíble que el Gobierno no haya parado los pies de manera absolutamente clara a Hugo Chávez".