Entre las salidas y entradas al país que registró durante su vida Ramón Allan Héctor Bogado, el espía al que el fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman, señaló en su denuncia, la que más llamó la atención del ahora jubilado ex jefe de Operaciones de la SI, Jaime Stiuso, fue un viaje que realizó a Frankfurt, Alemania.
Otras salidas de Bogado, alias “Alito” o “el Francés”, hacia Paraguay también fueron puestas bajo la lupa del área de Contrainteligencia de la Secretaría de Inteligencia (SI, ex SIDE). En su momento, la información fue solicitada a la Dirección Nacional de Migraciones por la Dirección General de Reunión Exterior, otra de las áreas que manejaba Stiuso antes de ser desplazado el 17 de septiembre pasado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“Frankfurt es un punto clave para los que viajan a Irán. Por lo general, la ciudad alemana es el puente para ir después hacia Teherán, por eso se pone mucha atención a los que viajan a esa ciudad alemana”, aseguró a PERFIL una fuente de Inteligencia que participó en la investigación que realizó Stiuso sobre el atentado a la AMIA. El espía también reconoció que la relación de Bogado “con algunos actores de la comunidad islámica no sólo pasaba por integrantes de la mezquita At-Tauhid, sino también por otros de la Triple Frontera”.
Durante años la mezquita At-Tauhid, ubicada en el barrio porteño de Floresta, fue manejada por el sheik Moshen Rabbani, ex agregado cultural de Irán en Buenos Aires y uno de los principales imputados por el atentado a la AMIA. Ahora, uno de los dirigentes de ese centro religioso es Jorge Alejandro “Yusuf” Khalil, a quien Nisman acusó de ser un agente de inteligencia iraní y de haber participado en la trama que el fiscal denunció días antes de ser encontrado muerto.
“Otro paso fronterizo por el que se trasladaba Bogado era el de Posadas-Encarnación. No pasaba por el que está en el Puente Internacional Tancredo Neves porque está más controlado. Y de Encarnación viajaba a Ciudad del Este”, agregó el espía que trabajó con Stiuso.
Según los documentos a los que accedió PERFIL, una de las salidas de Bogado rumbo a Alemania fue en 1993, un año antes del atentado a la AMIA. Un funcionario de Migraciones consultado por este diario explicó que “esa fecha pudo haber sido modificada”.
Lo cierto es que los espías que reportaban a Stiuso siempre tuvieron a Bogado bajo la lupa, un misionero que se crió entre el contrabando con los topos de Gendarmería y que después tuvo un breve paso por la entonces SIDE.
“El Francés” quedó afuera de la central de Inteligencia cuando el entonces Señor 5, Fernando de Santibañes, lo echó tras una purga que realizó el organismo durante el gobierno de Fernando de la Rúa. Fueron los gendarmes quienes lo recogieron y le dieron abrigo en el Edificio Centinela. Con el tiempo, Bogado volvió a la Secretaría –entre 2003 y 2004– reciclado como agente inorgánico. Stiuso siempre sospechó que no sólo seguía reportando para Gendarmería, sino que hacía negocios con una empresa de capitales norteamericanos y algunos integrantes de la cúpula de esa fuerza.
El 27 de octubre de 2014 Stiuso volvió a cruzar a Bogado y, tras investigarlo, lo denunció en la Justicia por “tráfico de influencias”. Sucede que Bogado se había presentado como funcionario de la SI en las oficinas de la Aduana, donde ingresó de la mano de funcionarios kirchneristas, y anunció que tenía información sobre una operación que iba a realizar Clarín contra funcionarios de la Aduana. En esa causa, la SI informó a la Justicia que Bogado no pertenecía al organismo.
