La fiscal Viviana Fein, a cargo de la investigación por la muerte de Alberto Nisman, aseguró que la testigo Natalia Fernández, presente en el procedimiento realizado el día del hecho, “modificó su relato respecto de la información que fue divulgada a través de distintos medios de comunicación”.
Natalia Fernández es una joven que trabaja en un conocido bar de la zona de Puerto Madero y el día de la muerte del fiscal a cargo de la UFI-AMIA, mientras volvía a su casa, fue recogida junto con una amiga por un móvil de Prefectura y llevada hasta el edificio Le Parc para participar del procedimiento en calidad de testigo. En distintas entrevistas al diario Clarín y a Radio Mitre, Fernández había denunciado una serie de irregularidades en el accionar de la Policía y la Justicia aquella madrugada. Entre otras cosas, explicó que el cuerpo de Nisman fue retirado cerca de las 3.30 y no a las 5.30, que le convidaron un café hecho en la cafetera del fiscal –la misma que utilizó Diego Lagomarsino–, que le habían dejado usar el baño, que había como “cincuenta personas” que “tocaban todo” y que había visto a Fein con una bolsa que contenía en su interior cinco casquillos de bala.
Fein ya había calificado como “descabellado” el relato de Fernández el martes pasado, apenas se viralizó en los medios de comunicación. Ayer, su fiscalía difundió un comunicado en el que se explica que la joven cambió su testimonio.
Natalia Fernández también declaró anteayer ante el fiscal porteño Jorge Ponce por una serie de amenazas que recibió. Allí dijo estar atemorizada y que se siente intimidada. La chica está actualmente con custodia de la Policía Federal. Pese a los rumores que indicaban lo contrario, fuentes del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad confirmaron que la causa seguirá en esa dependencia ya que no hay razones para solicitar la incompetencia.
