Florencia Kirchner brindó este jueves 9 de abril su primera entrevista tras su regreso al país desde Cuba. La joven brindó detalles hasta ahora desconocidos sobre su estado de salud, la relación con su madre, Cristina Fernández, la política, el proyecto del aborto legal y cómo vivió las causas judiciales en las que se la investiga. "Lo que pasó en estos últimos tres o cuatro años, más o menos desde julio del 2016, fue una cosa que nunca había visto ni siquiera en otra persona", expresó la cineasta durante una entrevista de casi una hora con la radio Futurock.
"Había un ensañamiento judicial, me mandaban policías a mi casa, parecía que todas las semanas iba a pasar algo, tenía dos jueces haciendo conmigo absolutamente lo que querían. Eso fue lo que me enfermó a mí. Obvio que lo mediático sumó un montón porque ya no era como antes que te sacaban en una nota, qué se yo... Yo, de que me inventen cosas y me agredan estoy acostumbrada desde que soy menor de edad", comentó la hija de la vicepresidenta, entrevistada por las periodistas Julieta Mengolini y Gabriela Borrelli.
En el extenso reportaje, Florencia volvió a desestimar la acusación en su contra por presunta asociación ilícita: "Primero me mostraban como una tilinga y de repente era como una mente maestra. Había veces en las que teníamos que ir a Comodoro Py y a mi hermano no le mandaban la prensa a la casa, me la mandaban a mí. Yo tenía cinco cámaras acá abajo".
"Fue más fuerte conmigo porque soy la hija más chica, porque saben que mi vieja siempre del (Instituto) Patria venía siempre para mi casa a verme a mí y a Helena. Hay una relación muy cotidiana con mi mamá por fuera de discutir política u otras cosas. Y se la empezaron a dar por ahí. Creo que hubo una persona que era diputada y en su momento dijo le pegaron por donde más le duele", comentó.
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La cineasta también contó que mantuvo discusiones muy fuertes con su madre que terminaban con "portazos" por cuestiones como el proyecto de legalización del aborto. Sobre este tema, detalló cómo fue cambiando la mentalidad de CFK, que durante su presidencia se opuso al debate y en 2018 terminó votando a favor de la despenalización. "No fui yo sola. A ella verdaderamente le impactó mucho el tema de las pibas tan chicas. A mi mamá eso es algo que siempre le va a interpelar por más que siga siendo ortodoxa, como dijo ella anteayer en una discusión que tuvimos. Pero se vio muy interpelada por lo que sucedió socialmente. Eso existió. Hubo peleas tremendas, con portazos, con todo. Pero sí, la interpelaron muchísimo el movimiento de mujeres y las pibas tan jóvenes", expresó.
Florencia Kirchner habló además del cuadro de depresión que vivió durante años. "No quería saber nada con nada ni con nadie. Tardaba mucho en contestarle a mis amigos. Estaba como ida, en un universo paralelo", dijo. "Estaba mal, estaba muy desganada, no sentía interés. La depresión que yo viví fue muy enajenada. No me interesaba saber cómo estaba nadie", aseveró, y contó que hoy está "mejor" de regreso en el país. "Ahora estoy creo que mejor, por supuesto, por algo estoy de regreso acá. Tengo mis días también. Deprimida ya no estoy. Estoy cerrando algunas cosas, pero deprimida ya no estoy", continuó.
La joven reveló que tuvo dificultades para empezar nuevos proyectos a partir de que comenzaron las acusaciones en la Justicia y que algunas personas se alejaron de ella. "Cuando te persiguen políticamente, nadie te quiere cerca. De golpe yo quería empezar y no se podía. Tuve períodos de depresión hasta que me empezó a hablar físicamente el cuerpo con cosas que me empezaron a pasar, una somatización. Ahí fue como de golpe tenía dos meses en los que andaba y tres meses en los que caía", explicó.
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La joven contó también que durante su estadía en Cuba hubo meses en los sus amigos empezaron a organizarse en grupos para viajar y acompañarla. "Yo en realidad me fui a hacer un curso y como me había estado haciendo un tratamiento, dije 'voy a hacer el curso y de paso me chequeo de vuelta'. Cuando me revisan, vemos que no estaba nada bien y no hice el curso ni nada, quedé ahí abocada a mi salud", explicó. Y detalló: "Hay una posibilidad de salir y no volver entrar. Primero tenés que asumir que tenés depresión y que tenés reacciones de local. Tengo cosas que me acuerdo con amigos, situaciones, que se aguantaron mucho para decirme "Flor, hacete ver".
Por otro lado, dio detalles de cómo vivió el momento en el que se enteró de que su madre iba a ser candidata a vicepresidenta. "Yo no quería saber nada de la Argentina, yo no estaba bien, estaba atravesando depresión. Le dije (a su mamá) 'no me cuentes nada, no me importa lo que vayan a hacer'. Y me enteré como todo el mundo, por el Facebook", recordó, y aseguró que para esa época "justo estaba medio molesta" con la entonces senadora nacional y "no estaba hablando mucho con ella", por lo que cuando supo la noticia le mandó "un mensajito a través de otra persona" para felicitarla.
"El día que ganó Alberto fue muy gracioso porque en Cuba no está andando muy bien internet por todo el tema del bloqueo. Justo ese día venía andando re bien y se empezó a cortar. Fue muy loco, no pude dormir, me emocioné mucho y hablé con mi hermano. A su vez, fue como que me sorprendió porque yo estaba muy desconectada y había mucha polarización", afirmó sobre el triunfo electoral del Frrente de Todos en 2019.
Además, admitió que no leyó Sinceramente, el libro de su mamá. "No lo leí porque habla de todo lo que me llevó a enfermarme. Más adelante, cuando esto lo sienta más lejos, lo voy a agarrar, lo tengo acá. En su momento fue momento de pelea con mi mamá, pero lo entendió. Hay algunas partes que me leyó ella cuando estábamos en Cuba y algunas capturas que me mandaron mis amigos; eso sí que no fue una sorpresa, yo sabía, más adelante voy a agarrarlo porque quizás me sirva para ordenarme un poco", concluyó.
AB/FF