El Gobierno intentó quitarle dramatismo al poco avance concreto que hay hasta el momento en las negociaciones con el Fondo Monetario pero, por el contrario, logró instalar el tema más en el centro de la escena que nunca.
Además, lo hizo desde el comienzo mismo del año; en la primera semana de 2022, y hasta el momento, está rota toda posibilidad de diálogo por este tema con la oposición.
El gobierno no logra despejar el fantasma de default en los mercados internacionales
El presidente, Alberto Fernández, puso el escenario y fue anfitrión en las explicaciones del titular del Palacio de Hacienda frente a los gobernadores, el miércoles pasado.
Los detalles y las filminas que utilizó el ministro de Economía, Martín Guzmán, sobre el rumbo que van teniendo las negociaciones con el único organismo que puede prestarle dinero en estas condiciones macroeconómicas al país no lograron mejorar las expectativas en torno a una negociación que, en los hechos, lleva más de dos años porque prácticamente se inició en el minuto uno del gobierno del presidente Alberto Fernández.
Dentro de la coalición gobernante, volvieron a aflorar las dudas en torno a la conveniencia de acordar con el FMI. Y esto agitó, otra vez, el fantasma del default, ya que en solo los tres primeros meses del año el equipo económico deberá afrontar vencimientos externos por un total de 5 mil millones de dólares, y los dólares no sobran en la Argentina. La flacas reservas del Banco Central preocupan a todos los sectores y, en especial, al titular de la autoridad monetaria, Miguel Pesce, quien cerró el año sin haber podido engordar las reservas como preveía y empezó este con una batería de medidas para seguir sentado sobre los dólares.
Por fuera del Gobierno, también estalló un fuerte conflicto en torno al acuerdo con el FMI, y dentro de la principal fuerza opositora hubo pase de facturas. Juntos por el Cambio difundió un comunicado en el que señaló que el titular del Palacio de Hacienda no propuso ningún programa y exigió al Gobierno que presente “información completa y sustancial”.
Esos calificativos cayeron como agua helada dentro de la Casa Rosada y en el Gobierno ahora aseguran que está rota la posibilidad de diálogo con la principal fuerza opositora. En principio, ese encuentro entre Guzmán y JxC iba a realizarse el lunes. Ahora, no solo no tiene fecha sino que su posibilidad misma se desvaneció.
Por si fuera poco, el cierre de los mercados de ayer fue áspero porque se cayeron las cotizaciones de las empresas y los bonos argentinos en el exterior, y las cotizaciones de todos los tipos de dólares subieron, aumentando nuevamente la brecha entre el oficial y el blue, que volvió a trepar a un pico histórico.
Se sabe que cualquier movimiento en la divisa estadounidense repercutirá en los precios, en especial en los alimentos. Esto ocurre justo ahora cuando el Gobierno extiende los acuerdos de precios.
El Presidente fue anfitrión en la exposición que realizó Guzmán con gobernadores
Esta semana, Guzmán tuvo un rally de reuniones para intentar contener los precios y mutar el polémico congelamiento hacia un acuerdo de precios consensuado con las empresas de consumo masivo. Ese cambio de modalidad tiene su explicación en parte en las discusiones con el FMI.
En la charla con algunos de esos empresarios, Guzmán insistió con los lineamientos expuestos en la víspera, aunque en este caso haciendo hincapié en que el FMI aceptará incluir entre las herramientas para frenar la inflación un acuerdo de precios y salarios.
El ministro consideró un logro muy importante del Gobierno el hecho de que el organismo aceptara que la suba de precios en la Argentina es “multicausal”.
De allí que pretende alcanzar un “pacto social acotado” a empresarios y trabajadores que juegue a favor de coordinar las expectativas inflacionarias.
Asimismo, no perdió la oportunidad para recalcar que es imprescindible lograr una unidad de la sociedad argentina para hacer frente a los planes de ajustes que quiere imponer la línea técnica del FMI.
De todos modos, la primera reacción de los mercados a la jugada del Gobierno fue negativa, con una depreciación de los bonos que elevó al riesgo país a la zona de 1.800 puntos.
Tras la reunión que el equipo económico mantuvo con líderes sindicales, uno de los miembros del triunvirato que conduce la CGT , Héctor Daer, anunció el respaldo de la central obrera a la posición del Gobierno.
“Somos conscientes de las dificultades y acompañamos la posición de que no puede haber un plan que genere recesión y que genere mayor pobreza”, señaló Daer.
Tras la reunión con los gobernadores, el mandatario chaqueño, Jorge Capitanich, valoró las gestiones que lleva adelante el gobierno nacional con el FMI e indicó, en una conferencia de prensa: “Se está planteando una estrategia que nos permita lograr un período de gracia, donde la Argentina pague solamente servicios de intereses de la deuda durante los próximos cuatro años”, enfatizó.