El Gobierno está decidido a sacar a Gustavo Arribas de la agenda política y mediática. El objetivo macrista es despegarlo definitivamente del escándalo de la constructora Odebrecht, investigada por el pago de coimas en Brasil, Argentina y otros diez países. El jefe de la AFI cuenta con el apoyo blindado de su amigo Mauricio Macri, quien lo defendió en público y lo apoyó en una charla privada. En contra de la sugerencia de voces aliadas, como la de Elisa Carrió y Graciela Ocaña, el Presidente lo sostendrá en el cargo. Por estas horas, Arribas apura reuniones y llamados desde Brasil, mientras prepara papeles para despejar las sospechas (eso espera, al menos) que todavía le caben.
Cerca de Arribas prometen que a partir de mañana, casi dos semanas después de que se publicara la investigación que lo vincula con Odebrecht (una suerte de Techint brasileña), llegará el momento de la absolución. El amigo e inquilino presidencial ya se contactó con un escribano, con la ejecutiva de cuentas del banco Crédit Suisse (desde donde recibió un giro de más de 70 mil dólares) y hasta con el supuesto comprador de su propiedad, del que todavía se desconoce el nombre.
“Arribas va a traer los papeles el día 23, cuando el brasileño (presunto comprador) vuelva de sus vacaciones, demostrando que él compró un departamento y le giró ese dinero, vía Meirelles”, afirmó Macri el martes pasado en Casa Rosada, en su primera conferencia de prensa del año. Se trató de una convocatoria hecha a pedir de Arribas, en la que el Presidente minimizó la acusación y lo respaldó a sobre cerrado.
Según reveló un funcionario de trato permanente con Arribas, el jefe de la ex SIDE ya se comunicó con el comprador. Ese brasileño habría ofrecido, desde el crucero en el que vacaciona, grabar un video para dar fe de la operación inmobiliaria. Una alternativa que el Gobierno por ahora rechazó.
De vacaciones en Trancoso, un pueblo pesquero devenido cool, Arribas no adelantó ni siquiera un día su vuelta desde Brasil. Ahí pasó sus últimas semanas junto a su pareja, la joven brasileña Linda Sumny, y el actor (también amigo de Macri) Martín Seefeld. El plan original de Arribas era llegar mañana a Buenos Aires. Y así lo hará. La denuncia en su contra, sin embargo, le cambió a la fuerza la rutina de relax. Chatea todos los días por Telegram con su segunda en la Agencia Federal de Inteligencia, Silvia Majdalani, quien hasta el momento mantenía un perfil mucho más alto que el de Arribas. Y además habló por teléfono con Macri, tras la revelación de que había cobrado de un operador y cambista condenado a cinco años de cárcel por pago de coimas.
“Para mí ya está todo claro”, concluyó Macri en esa charla, según reconstruye un asesor presidencial. Para la oposición, un grupo de dirigentes oficialistas y afines (Elisa Carrió, Graciela Ocaña, Margarita Stolbizer, más algunos radicales), y un colectivo de ONG dedicadas a investigar el sistema de inteligencia, las explicaciones de Arribas no fueron suficientes. Y por eso le reclaman a Macri que lo aparte de su puesto en la AFI hasta que se aclare su situación.
“Tiene acceso a mecanismos que pueden obstaculizar cualquier tipo de pesquisa”, plantearon las organizaciones (ADC, CELS y Poder Ciudadano, entre otras), nucleadas en Iniciativa Ciudadana para el Control del Sistema Inteligencia (Iccsi).
Según la investigación del diario La Nación y el equipo peruano IDL-Reporteros, en 2013 un financista cercano a Odebrecht le giró casi US$ 600 mil, en coincidencia con la reactivación (fallida, una vez más) de la obra del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. En pleno gobierno de Cristina Kirchner, ese proyecto quedó a cargo del consorcio de empresas integrado por Odebrecht, la argentina Iecsa (de Angelo Calcaterra, primo de Macri), la española Comsa y la italiana Ghella. La conexión hipotética entre Arribas y el kirchnerismo se convirtió en el principal argumento que, muy off the récord, dan los funcionarios en defensa de Arribas. “¿Gustavo coimeó a Ricardo Jaime, a Julio De Vido, a Cristina? Un delirio”, afirma un dirigente con oficina en la Rosada. Otra especulación es que la coima haya ido desde Odebrecht a Iecsa, para que Calcaterra se corriera del consorcio. La diputada Stolbizer lo sugirió sin eufemismos.
Desde el gobierno tachan ese relato de inverosímil, porque Arribas y Calcaterra casi no tenían relación. Y suman un argumento más brutalista: de haber existido ese pacto oscuro entre empresas, no hubiera sido necesaria la intermediación de Arribas.
El director de la AFI negó cualquier vínculo con Odebrecht, pero admitió haber recibido 70 mil dólares por la venta de un inmueble en San Pablo. El giro se concretó desde una cuenta en Hong Kong hasta a la del banco suizo (declarada por Arribas), a través de una empresa que la justicia brasileña definió como “fachada” para el pago de coimas, lavado y evasión. Los abogados de Arribas mandaron al diario La Nación un mail en el que la ejecutiva de cuentas del banco Credit Suisse (de la que se ignora el nombre) avala la versión macrista: que Arribas recibió sólo una de las cinco transferencias señaladas originalmente por La Nación.
“Es muy claro que acá lo que manifiesta Arribas es que vendió un departamento y que un señor, que le pagó un saldo de precio, usó un cambista importante; cambista que tiene miles de clientes, no uno… miles; entre los cuáles ha estado Odebrecht”, lo respaldó Macri.
El cambista citado por Macri es Leonardo Meirelles. Condenado en Brasil a cinco años, Meirelles entró en el régimen de delación premiada, a cambio de aportar información sobre las operaciones ilegales que hacía en nombre de Odebrecht.
Si bien la acusación en contra del jefe de la AFI amenaza con diluirse, los voceros de Arribas anticipan que presentarán nuevas pruebas. Aunque prefieran no dar detalles, se trataría del título de la propiedad vendida, el nombre del comprador y los resúmenes bancarios certificados. “Puede ser todo una casualidad. Pero es fácil de demostrar con los extractos bancarios y la escritura”, concede la legisladora Graciela Ocaña, una de las tres denunciantes ante la justicia. Para Ocaña, Arribas se está demorando demasiado en adjuntar los documentos. En la AFI plantean que el jefe se niega a correr detrás de los tiempos que impone el periodismo. En los próximos días, esta trama de final abierto sumará un nuevo capítulo.
Carrió va a Tribunales
Un grupo de organizaciones civiles, entre las que está la ADC y el Cels, solicitó que se investigue a Gustavo Arribas y se lo cite a la comisión bicameral de Inteligencia del Congreso. Además, requirió medidas a la Secretaría de Etica y a la Procuradoría de Investigaciones Administrativas.
Las asociaciones quieren que el funcionario macrista dé explicaciones por la información que reveló La Nación, en la que se lo involucra en el cobro de casi 600 mil dólares por parte de un operador de la empresa brasileña Odebrecht.
En paralelo, la diputada nacional Elisa Carrió concurrirá el martes a la Justicia federal a ratificar su denuncia para que Arribas sea investigado penalmente. Sin embargo, la Coalición Cívica calificó de poco sustentable la acusación de que el dinero que recibió Arribas sea una coima por la obra del soterramiento del Sarmiento, que fue adjudicada a la empresa Odebrecht y al primo de Macri por el gobierno kirchnerista.