La cita, con solo dos testigos – uno por bando – fue el martes al mediodía. En el primer piso, en un salón de madera apartado del resto del restaurante, los diputados del PRO Diego Santilli y Cristian Ritondo se juntaron a almorzar para limar algunas asperezas que habían surgido en el último mes y pulir las reglas de juego con las que competirán por ser el candidato de Juntos por el Cambio en la Provincia.
El restaurant de comida española Plaza Mayor fue el lugar elegido por los peronistas del PRO más reconocidos para llegar a una suerte de reconciliación. Venían de semanas de tironeos: armados políticos cruzados en los municipios, notas en los medios de comunicación y discrepancias en cómo seguir cada uno su campaña los enfrentaron a dos dirigentes que se conocen hace más de 25 años cuando fueron parte de la Juventud Peronista de los noventa.
El cónclave, que se extendió unas tres horas sin teléfonos celulares, lo armaron el subsecretario porteño Roberto Quattromano y el vicepresidente del Banco Ciudad, Fernando “el turco” Elías, dos históricos peronistas que responden a Ritondo y Santilli respectivamente.
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Cuando llegaron los dos diputados evitaron el tema: charla trivial sin estridencias hasta que “el turco” Elías rompió el hielo. Allí el Colorado le expresó al jefe del bloque del Frente PRO en Diputados su desagrado por varias notas en medios de comunicación que, a juzgar por él, habían sido incentivadas por el ex ministro de Seguridad bonaerense y su entorno. “Dejate de joder cabezón, somos amigos hace tantos años”, le disparó Santilli. “Jamás hablé mal de vos en un medio, buscá todas las notas donde hablé”, le respondió Ritondo.
Allí también se habló de la construcción autónoma de cada uno. Hay una liga de intendentes que dan el visto bueno a ambos. Otros tantos – la mayoría – le levantaron la mano de Horacio Rodríguez Larreta para las presidenciales del año que viene pero siguen oscilando para elegir un candidato a gobernador. Optarán por el silencio un tiempo más.
En ese marco, mientras degustaban una entrada de langostinos y corazones de alcauciles, Santilli y Ritondo fueron aflojando y recuperando el buen humor que los caracterizó en la política. De hecho, hacen buenas imitaciones uno del otro.
Ya para el abadejo, como plato principal, la charla fue amena. Coincidieron en sostener un acuerdo tácito para acompañarse mutuamente, tener reglas claras sin golpes entre ellos para una interna y terminar apoyando “al que llegue mejor”. Ambos sostienen que las encuestas les sonríen.
Las que tiene hoy la Ciudad le da un margen amplio de diferencia al Colorado. Pero las que atesora el jefe del bloque del Frente PRO también marcan un alto conocimiento y una sólida intención de voto a favor de Ritondo.
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Acaso por ello, hace diez días Ritondo se mostró con Patricia Bullrich en La Matanza. Esa foto también fue parte del almuerzo en Plaza Mayor: “Era un tema de seguridad, tenía que estar”, argumentó Ritondo, quien ese día, además fue acompañado de dos diputados nacionales cercanos como Alejandro Finocchiaro y Gabriela Besana. Con ellos dos, además, comparte el vínculo privilegiado con María Eugenia Vidal.
A ello hay que sumarle que Mauricio Macri hoy se inclina por la figura de Ritondo (le ha mandado múltiples apoyos y gestos, hasta un video personalizado desde el exterior a uno de los actos) al igual que dos intendentes de peso: Sebastián Abella de Campana y Martín Yeza, de Pinamar, quienes ya eligieron.
De todas formas, el acuerdo implica que, además, al menos una vez por mes viajarán juntos y estarán en distintos municipios para no mostrar grietas. Quattromano y Elías se comprometieron a coordinar agendas. Y, en el territorio, será parte del trabajo que tendrán que articular también el diputado provincial Alex Campbell (quien acompaña a Ritondo en todos los actos y recorridas) con el ex legislador santillista, Agustín Forchieri. Sobre ellos también fluyó el malestar de sus jefes políticos.
En este sentido, el martes tienen previsto sacarse una foto juntos: será en Lobos con dirigentes de JxC.
Aunque las rencillas existieron, fueron momentáneas: el 4 de marzo de este año habían viajado juntos a Zárate con Matías Ranzini, diputado provincial ritondista, y el concejal local Marcelo Matzkin, quien se encamina a dar pelea por la intendencia que conduce el kirchnerista Osvaldo Cáffaro.
Una semana después, el 12 de marzo, estuvieron también juntos en Mar del Plata con el intendente local, Guillermo Montenegro (quien lanzó, de manera insólita, la idea de ser candidato a gobernador cuando siquiera ganó la PASO de 2021 en su sección electoral). También participó ese día de una recorrida por la Fragata Libertad el senador provincial Alejandro “el ruso” Rabinovich. Y además ese fin de semana sonrieron y se sacaron fotos en la Fiesta del Ternero en Ayacucho, donde se los vio a las carcajadas cortando carne.
A pesar de ello, las agendas de ambos siguen siendo autónomas. Hoy mismo Ritondo estuvo en Moreno – venía de Carmen de Patagones donde sumó a Hernán Lombardi, el diputado más cercano a Mauricio Macri - y Santilli, tras pasar por Olavarría ayer con Néstor Grindetti, el intendente de Lanús, y el local, Ezequiel Galli, se fue a Mar del Plata para estar en la Convención de la Coalición Cívica, invitado por Elisa Carrió. Ambos buscan sumar en su camino bonaerense.
ES / ED
