El gobierno nacional observa con preocupación la proliferación de comisiones internas en las fábricas que responden a la izquierda radicalizada. Entienden que, como no tienen la responsabilidad de gobernar, adoptan medidas de fuerza extremas, que complican la producción. Eso es lo que, a su entender, ocurrió en la autopartista Gestamp de Escobar, donde 69 personas fueron despedidas y durante un día los trabajadores estuvieron colgados en un puente grúa impidiendo el funcionamiento de la empresa. La preocupación se agrava porque los conflictos con comisiones internas de izquierda se multiplican.
“Hay problemas en Córdoba y en otros lugares”, explicó una fuente de la Casa Rosada. El conflicto en Gestamp no está resuelto. El viernes hubo un acto en la puerta que acompañó a un acampe de los trabajadores despedidos. El martes habrá corte de calle en Callao y Corrientes y frente a la Casa de la Provincia de Buenos Aires, porque el gobierno bonaerense revocó la conciliación obligatoria.
Esas comisiones internas chocan con los sindicatos oficialistas que agrupan a los autopartistas. En este caso se trata del Smata, conducido por Ricardo Pignanelli. El gremialista fue duro con los militantes de izquierda. “¿Qué tiene que hacer el Partido Obrero en la puerta de una fábrica? ¿Qué tiene que hacer la nieta de los desaparecidos en la puerta de una fábrica? Por qué no se dejan de hinchar las pelotas; están dejando a 20 mil personas sin laburo”, advirtió. Aunque no son del Partido Obrero sino del Nuevo MAS, lo cierto es que los cortocircuitos entre los sindicatos oficialistas y los de izquierda generan alarma en el Gobierno, que ve como única salida la del diálogo. “Nos parece importante sentarlos a dialogar en una mesa. Por eso nos pareció importante la conciliación obligatoria que dictó el gobierno bonaerense”, graficó una fuente de la Casa Rosada. En el Gobierno dicen que esto tiene que ver con el crecimiento de la izquierda a nivel nacional, que incluso ganó representación parlamentaria. “Son delegados y tienen representación. Hay que escucharlos”, indicaron desde el Ejecutivo.
Los delegados de la izquierda dicen que no son escuchados, que el gobierno bonaerense, por ejemplo, revocó la conciliación obligatoria y que en muchos casos las comisiones internas son echadas por los gremios oficialistas. Así se lo dijo a PERFIL Héctor Heberling, uno de los representantes del Nuevo MAS, el espacio político que comanda la comisión interna de Gestamp. El conflicto está abierto y el Gobierno lo mira con cuidado.