Gustavo Arribas se presentó este lunes de forma espontánea en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 11, a cargo de Claudio Bonadio, para pedir que se investiguen sus cuentas en la Argentina.
La presentación del titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) fue motivada por su aparición en documentos de la Delegación de Combate a la Corrupción y Crímenes Financieros de la Policía Federal de San Pablo, con colaboración de la AFIP brasileña, que lo vinculan en casos de lavado de dinero, según el testimonio de cinco testimonios arrepentidos y de investigadores.
En ese marco, el funcionario quiere probar a la Justicia que Leonardo Meirelles, el "arrepentido" brasileño del Lava Jato, tiene declaraciones inconsistentes cuando asegura haberle realizado transferencias a modo de supuestas coimas.
En el escrito, al que accedió Perfil, Arribas señaló que mientras Meirelles había asegurado ante los fiscales argentinos que se habían realizado 10 transferencias “en Perú” y a requerimiento de las empresas OAS y “Odebrecht”, en sus recientes declaraciones en Brasil cambió la versión y señaló que fueron “14 transferencias a una cuenta de Gustavo Arribas en un banco en Argentina”.
“Tales transferencias son una invención inexistente, pues la única suma de dinero que recibí es la de u$s70.475, que me hizo llegar Atila Reys Silva, por los medios que el mismo escogió y con motivo de la compra de los muebles existentes en el inmueble que vendí”, reiteró el titular de la inteligencia argentina en su presentación ante Bonadio.
Por ese motivo, y para desacreditar los dichos de Meirelles, el funcionario solicitó que el Banco Central de la República Argentina informe si tuvo cuentas entre los años 2013 y 2015 y si se recibieron transferencias de cuentas radicadas en Hong Kong por u$s 850.000. Con la medida de prueba requerida, para Arribas se podrá “verificar no sólo que los dichos de Meirelles ante los fiscales argentinos carecen de toda verdad sino también conocer el patrón de conducta que evidencia el querellado cada vez que es requerido por los órganos jurisdiccionales”.
“Es decir, que nos encontramos frente a un delincuente confeso que no hace más que mentir a los tribunales en cuanta oportunidad se le presenta, alterando sistemáticamente los hechos que le toca relatar”, concluyó Arribas en su presentación.
El escrito completo de Arribas: