POLITICA
Misiones le dijo "NO" a la reeleccin indefinida

Hasta las ciudades que recibieron millones de pesos en clientelismo dieron la espalda a Carlos Rovira

En Apóstoles y Oberá también rechazaron la renovación de la Constitución provincial a pesar de los beneficios recibidos. ¿Quién será la nueva cara K en la provincia? Galería de fotos

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Los festejos de los misioneros al conocerse la victoria del frente opositor. | Adrin Stehlik (Diario Perfil)
La tierra roja amaneció teñida de papelitos blancos con la inscripción de dos letras: no. Trece puntos de distancia se encargaron de demostrarle al gobernador de Misiones, Carlos Rovira, que su pueblo no quiere renovar su constitución. Rovira no pudo soportar la seguidilla de errores cometidos en el último mes: clientelismo, abusos, ilegalidades y desorden invadieron el aparato rovirista. Ni siquiera el reparto descarado de millones le arrancaron una sonrisa. Apóstoles y Oberá, dos de las ciudades que recibieron en la última semana de campaña millones de pesos en clientelismo, también dijeron no.

La estrategia rovirista en el momento del escrutinio no pudo frenar lo estimado. Los primero números que empezaron a llegar al Centro Provincial de Computos fueron los de aquellas ciudades donde se imponía la Renovación, lo que generó que el partido del gobernador se mantuviera al frente de las elecciones durante gran parte de la tarde. Cuando las mesas R se acabaron, bastaron pocos minutos para que el FUD recupere terreno, alcance al rovirismo y le saque trece puntos de diferencia.

“No los unió el amor, los unió el espanto”. En el transcurso del día de ayer se vivieron momentos de tensión, sin embargo, el frente político social que encabezó el obispo emérito de Iguazú, Joaquín Piña tuvo un solo objetivo: frenar las ambiciones políticas de Carlos Rovira. Misión cumplida.

Los festejos del Frente Unidos por la Dignidad demostraron una sola realidad. El FUD fue solo una excusa. Todas las vertientes que confluyeron en la espalda del obispo Piña decidieron festejar y capitalizar el triunfo por separado.

El primero fue el senador nacional y kirchnerista, Luis Viana que, pasadas las 18, declaró el triunfo, festejó con su entorno y llamó al gobierno nacional. Mientras tanto, el diputado nacional, “Juanchi” Irrazabal trató de calmar las expectativas del gobierno nacional, con una comunicación directa con Néstor Kirchner, que observó todo desde Río Gallegos.. Después el intendente de Posadas, Jorge Brignole, intentó capitalizar el triunfo, y de esa forma, traccionar rumbo al 2007. Joaquin Piña, esquivó actos partidarios y agradeció a su gente desde Iguazú. El camionero Adolfo Velásquez se adueñó de la plaza 9 de Julio con un camión y la marcha peronista. Después, fue el ex fugaz presidente, Ramón Puerta, quien agradeció la negativa del pueblo misionero y enfrentó a la prensa con la única idea de posicionarse para el 2007. Sus planes superan las fronteras provinciales.

Hasta el presidente de la Unión Cívica Radical, Roberto Iglesias aprovechó la elección para festejar el no.

Esta elección se trató de un duro revés al presidente Kirchner, sin embargo, ahora se abrió un nuevo capitulo. ¿Quién será la nueva cara K misionera en el 2007?

Los kirchneristas del FUD pelearan por obtener el apoyo del presidente y de demostrarle a Néstor Kirchner, que todavía, Misiones, es territorio K. Carlos Rovira deberá agachar la cabeza.

El gobernador misionero tenía que demostrar lo que había aprendido, era una jugada personal. En campañas anteriores, sus padrinos le marcaron el rumbo. Primero, Ramón Puerta lo posicionó como una alternativa potable, lo guió y lo hizo crecer hasta que lo convirtió en gobernador. Después, en octubre de 2005, el apoyó de Néstor Kirchner, ayudó a Carlos Rovira a sentirse respaldado. Esta vez, se trató de su batalla. Si bien Kirchner y sus funcionarios apoyaron públicamente la “re-re indefinida”, Rovira tuvo que organizar y llevar a cabo su estrategia en soledad. No lo supo hacer. Kirchner también falló, jugo un partido que no era de él, pensando que se trataba de un simple amistoso. No sólo perdió por goleada, sino que se lesionó para el gran partido: las presidenciales del año que viene.