El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, volvió a expresarse públicamente sobre la pelea política que se desató con el gobierno de Alberto Fernández por la quita de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires. “Hace diez días tuve un desafío muy grande a mi vocación de consenso, a mi convicción del diálogo, fui claro y contundente con mi opinión, pero no lo transformé en algo personal ni hice de esto un escándalo político", expresó quien hoy se consolida como principal referente de la oposición.
“La convicción del consenso y el diálogo tiene más valor cuando enfrentas situaciones de no diálogo. Tenemos que ser muy firmes, es la única manera de sacar el país adelante, y esa convicción tiene que ser a prueba de actitudes de no consenso por parte de nuestros adversarios políticos", aseveró el jefe de Gobierno. Y destacó que “en el medio de esa semana” y mientras estaba presentando la denuncia ante la Corte Suprema, tuvo que reunirse con el Presidente y Axel Kicillof para definir cuestiones de la cuarentena.
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En el marco de una jornada de políticas públicas que organizó -de manera virtual- la Universidad Austral, Rodríguez Larreta retomó su posición de condenar la decisión presidencial pero sin correrse de su estrategia de mostrarse como dialoguista. "La pandemia me dejó como lección la necesidad de cooperación", planteó el mandatario, que durante toda la cuarentena se mostró cercano a Fernández y Kicillof. “La coordinación funcionó bien. Esas conferencias de prensa de los tres eran la punta del iceberg de horas de reuniones. Y no tengo dudas de que ese es el camino”, razonó. Esa postura incluso le llegó a generar críticas de sectores de Juntos por el Cambio, por su proximidad al oficialismo.
Sin embargo, la tensión con el gobierno nacional que lo tuvo como protagonista lo volvió a levantar políticamente y logró encolumnar a todo el espacio en su apoyo. En ese punto, destacó la unidad de Juntos por el Cambio: “Es la primera vez que con el peronismo en el gobierno logramos mantener una oposición unida”, describió Larreta, a la vez que destacó la alianza que tiene armada en la Ciudad de Buenos Aires y puso como ejemplo a dos figuras del radicalismo, como Martín Lousteau y Alfredo Cornejo. “Y creo que tenemos que seguir ampliándonos”, anticipó. Cerca del jefe de Gobierno ponen la mira tanto en dirigentes como Margarita Stolbizer o Ricardo López Murphy.
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En el arranque del panel que compartió con Omar Perotti (gobernador de Santa Fe) y los ex gobernadores y actuales diputados Cornejo (Mendoza) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Larreta aprovechó para insistir en machacar en contra de la grieta política, algo que le sirve para instalar un mensaje de moderación y también para diferenciarse en las discusiones internas de JxC. “Tenemos que sacar de una vez por todas las divisiones. Venimos como antinomias desde que nacimos como país y así estamos. No funcionó el camino de la grieta”, concluyó.
En un escenario donde JxC discute puertas adentro su identidad política y busca evitar consolidarse solamente como un espacio antikirchnerista, Rodríguez Larreta hizo mención a la necesidad de "no construir la identidad en la contra del otro". “Pero eso no significa que todos pensemos igual y en ese sentido el rol del liderazgo político es clave para transmitir el mensaje del diálogo”, agregó. “Soy optimista”, reconoció antes de despedirse.
CP
