Los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires desparramados entre Unidad Ciudadana, el Frente Justicialista y el frente 1País, dejan la pelea electoral de lado y ya piensan en los acuerdos para subsistir más allá del resultado de las elecciones de octubre.
“Si estamos juntos, somos más que todos”, asegura un jefe comunal de la primera sección electoral. Los mandatarios territoriales ya admiten que en los comicios generales la candidata de Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner, podría perder –aunque insisten que será por pocos puntos–, por lo que, en medio de autocríticas, empiezan a delinear el futuro para recuperar poder.
“No fuimos capaces de construir algo por fuera de la figura de Cristina”, dice un intendente de la tercera sección electoral que contiene 4 millones y medio de votos. Después de la derrota de la elección presidencial de 2015 se armaron varias ligas de alcaldes para posicionar candidatos propios. No sirvió de mucho, ya que los propios dirigentes terminaron pidiéndole a la ex presidenta que compita y, el posicionamiento electoral de jefes comunales como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) o Eduardo “Bali” Bucca (Bolívar), se desvaneció.
Sin pensar en candidaturas, los intendentes no quieren repetir la historia y buscarán fortalecerse en los distritos. “No pudimos generar ningún candidato emergente y tampoco vamos a llegar a generarlo para 2019”, es una de las voces más pesimistas de uno de los mandatarios locales que está hoy en las filas de Florencio Randazzo. Esta frase se la repitió incansablemente a un intendente que lo llamó para dar el salto a Unidad Ciudadana antes de octubre. Este último, lo convence de que el Partido Justicialista bonaerense será la primera muestra de que los jefes comunales “están vivos”.
Unidad. Sucede que en la segunda quincena de diciembre el PJ deberá renovar las autoridades. “Es el primer gran test para mostrar que estamos todos juntos”, le dijo el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez a Sergio Massa. El regreso del massismo al peronismo podría ser con alguno de sus intendentes en una lista de unidad. Sin embargo, en el Frente Renovador creen que esto puede ser posible si la elección se estira para marzo de 2018.
Estas conversaciones se dan también en otros ámbitos, como en la casa del intendente de Unidad Ciudadana de Almirante Brown, Mariano Cascallares, a donde llegaron el lunes por la noche Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Gabriel Katopodis (General San Martín), que hoy está con Randazzo. Los jefes comunales pretenden recuperar el sello que en esta elección quedó perdido en el Frente Justicialista y apuntan a modernizar el partido para que se muestre abierto a dialogar con el gobierno provincial y otras fuerzas. “Necesitamos un sello que aliente un Pacto de la Moncloa y no que alimente la grieta”, explica uno de los intendentes que asegura que la figura de Fernando Espinoza ya no estará para presidir el partido.
Desde allí y con una nueva liga de intendentes fortalecidos, buscan protagonismo en las discusiones en la Legislatura provincial. Son pocos los jefes comunales que hoy se animan a pensar en candidaturas para 2019 con María Eugenia Vidal enfrente y otros aseguran que “hasta que pase la ola amarilla”, van a tener que refugiarse en sus distritos mucho más que dos años.
Mientras tanto, confían en que Cristina los dejará avanzar en la renovación. “El que cree que yo hice todo este movimiento para pelear por 2019 es un obtuso”, le dijo la candidata a los intendentes con los que habló días atrás.