Nunca se puso en duda: el lugar que dejó Mario Meoni sería ocupado por un representante del Frente Renovador, tal como fue acordado a fines de 2019 cuando se hizo el reparto de espacios. Algo impensado en un momento en que la alianza enfrenta fuertes tironeos que van desde pedidos de renuncias que son resistidos, críticas a la gestión, y hasta los propios albertistas cuestionando los movimientos del Presidente.
El titular de la Cámara de Diputados le presentó tres nombres a Alberto Fernández: Alexis Guerrera, Marcela Paso y Martín Marinucci. Estos dirigentes ya trabajaban bajo el ala de Meoni en Transporte y eran las opciones que Massa le había presentado al Presidente para reemplazar a Meoni, quien falleció en un accidente de tránsito el 23 de abril.
Fernández se inclinó por Guerrera, ex intendente de General Pinto, que había sido electo diputado bonaerense en 2019 pero pidió licencia para acompañar a Meoni en Transporte. El dirigente que se unió al Frente Renovador en 2016 asumirá el lunes al mediodía como ministro.
Esta cartera fue una de las áreas que por el reparto de lugares para los diferentes sectores del Frente de Todos quedó para el massismo. El fallecimiento de su titular no dio lugar a disputas internas y tanto Fernández como Cristina Kirchner entendieron que Massa volvería a proponer el nombre para este puesto. Pero tenían el poder de veto, por lo que el diputado se cuidó de no presentar candidatos que ya habían sido tachados por el Presidente y la vicepresidenta. La libertad tenía límites.
Los reemplazos que se dieron hasta ahora no habían respetado los lugares acordados al ganar las elecciones, ya que áreas como los ministerios de Desarrollo Territorial y Hábitat o Justicia, que habían sido ocupados por dirigentes elegidos por el Presidente, fueron reemplazados por funcionarios más cercanos a Cristina. Ocurrió lo mismo en Anses.
La última semana, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, debió asumir de manera interina en Transporte y firmar la prórroga por 90 días de la concesión de la vía navegable del Paraná a pesar de que el kirchnerismo quería avanzar en su estatización y pelea desde hace meses por la falta de resolución del Gobierno en ese tema sensible.
Quien está a cargo de esta disputa interna es el senador Jorge Taiana. “Desde principios de 2020 hemos insistido a través de pedidos de informes sobre el vencimiento de la concesión y que teníamos una oportunidad para desarrollar un proyecto integral soberano sobre esta vía troncal estratégica”, dijo el legislador hace pocas horas.
“¿Taiana tiene el respaldo de Cristina Kirchner en su posición por la hidrovía?”, preguntó este medio a uno de los dirigentes más cercanos a la vicepresidenta. “Por supuesto” fue la respuesta. ¿Cómo continuará la historia? “Seguro será lo que está planteando Taiana”, respondieron. En otras palabras: aunque el Gobierno retrase el fin de la concesión tal como quiere el kirchnerismo, su posición se terminará imponiendo. También es un mensaje para Massa que controla el ministerio.
Economía. Ahora, la disputa interna también se trasladó a la cartera de Economía. Martín Guzmán despidió a través de los medios al subsecretario de Energía, Federico Basualdo. Lo hizo con el respaldo de Alberto Fernández pero sin el aviso a la vicepresidenta, a quien responde el funcionario. El kirchnerismo contestó: Basualdo no se va. Y dio otro mensaje: habrá un único aumento en las tarifas. La pelea llegó a la gacetilla oficial que definió “un único incremento para el corriente año del 9% de la tarifa promedio de los usuarios de Edenor y Edesur”, tal como pelea el kirchnerismo. Y después la corrigió sin poner que sería el “único”.
“Guzmán quería un incremento cercano al 40% y nosotros siempre dijimos que no sería superior a las dos cifras, además sostenemos que será el único aumento en el año, a diferencia de lo que quiere el ministro”, dicen cerca de Cristina Kirchner.
Ya Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires había marcado el camino con el anuncio de un incremento del 7%. “Se pasaron de rosca en Economía, no sé qué le pasó a Guzmán, para nosotros es un tema terminado y acá lo importante es que vamos a cuidar el bolsillo de la gente. No habrá más aumentos”, fue la frase con la que desde el kirchnerismo le ponen fin a la discusión.
Guzmán también pelea con otros ministros que ante el aumento de la pobreza y nuevos cierres por el crecimiento de contagios de coronavirus piden más fondos. “Lo que pediste para tu área ya está arreglado”, le dijo esta semana el Presidente a un funcionario al finalizar un acto, pero este ministro golpea todos los días la puerta de Economía y sigue sin atender.
Mientras tanto, en el albertismo tampoco hay calma y apuntan hasta al Presidente. Sus amigos que lo acompañan en la gestión y desde el Congreso son rápidos al momento de cuestionar desde sus movimientos hasta el poco lugar que tienen en la toma de decisiones.
“No es el albertismo, son los peronistas porteños”, aclaran en la Casa Rosada sobre esta cepa que llegó a lo más alto del poder.