Javier Iguacel había desembarcado en su cargo actual bajo dos premisas: intentar dar buenas noticias y, a la vez, mejorar la comunicación. Sin embargo, el secretario de Energía de la Nación quedó en el ojo de la tormenta luego de la fallida suba retroactiva, extraordinaria y en cuotas de la tarifa de gas, sobre la que el Gobierno este miércoles debió dar una nueva marcha atrás.
En estas horas en la Casa Rosada no son pocos los que critican al funcionario. Una de esas quejas tiene que ver con que la resolución del tema no estaba en conocimiento de Nicolás Dujovne, el ministro de Hacienda y Finzanas que, en el organigrama, es el jefe formal de Iguacel en la cartera económica.
Dujovne no estaba al tanto de la decisión cuando se anunció el pasado viernes 5 de octubre, tal como lo adelantó Ignacio Ortelli en Clarín. Es más: tampoco lo sabía gran parte del gabinete nacional. En el entorno del secretario de Energía, no obstante, argumentan que el presidente Mauricio Macri estaba informado del tema.
Iguacel: "La mayoría de las quejas por el aumento de gas son de militantes kirchneristas"
La decisión generó una oleada de reproches internos y externos: la oposición unida contra la suba de gas; un festival de amparos en la mira. Además la comunicación, un supuesto upgrade con respecto a la gestión anterior de Juan José Aranguren, también tuvo inconvenientes: Iguacel dijo el sábado en Radio Mitre que la gran mayoría de las quejas de usuarios provenían de militantes kirchneristas. Si bien se refería específicamente a las facturas apócrifas que circulaban por Twitter, la frase generó zozobra en el seno del oficialismo.
Dentro de Cambiemos también hubo revuelo. La UCR se encolumnó en contra de la medida: emitió un duro comunicado y el gobernador jujeño, Gerardo Morales, cuestionó en público la medida. Hasta el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, tuvo que interceder ante el peronismo para que no avance una ofensiva contra la Casa Rosada.
¿Hay chances de que el secretario de Energía deje su cargo? Por estas horas todas las fuentes oficiales admiten que está "muy golpeado" pero no hay una decisión al respecto. Así las cosas, la bronca con Iguacel es un denominador común por los pasillos de Balcarce 50. Incluso ya hay quienes bromean, o no tanto, con que vuelva Aranguren.