Varias escuchas que forman parte del expediente de la denuncia presentada por el fiscal Alberto Nisman por supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el canciller Héctor Timermann, entre otros, fueron difundidas por los medios en estos últimos días.
Uno de los últimos audios que trascendieron fue un diálogo entre el dirigente iraní Alejandro ‘Yusuf’ Khalil y el diplomático iraní Moshen Rabbani, acusado en la causa del atentado, en el cual hablan de la diferencia cambiaria a valor dólar del dinero que le mandan de Irán para pagarle a gente de acá.
”Daniel me dio la plata recién ahora en estos momentos. Y el ‘ajdar’ bajó a 8 pesos 80. Cuando supuestamente me la tenían que dar estaba a 9,98, o sea casi 10 pesos. Y especuló, especuló, especuló y me lo acaba de dar ahora en este momento. Día 20 hay gente que no cobró”, informó Khalil al diplomático. “Habría que hablar con alguien”, respondió Rabbani.
“De eso yo no me puedo hacer cargo, alguien se tiene que hacer cargo. Y tampoco usted, porque usted había arreglado también, usted no es el problema. Pero yo lo llamo para que usted esté al tanto de como viene la situación”, replicó el dirigente iraní.
En el audio, Khalil además le informa a Rabbani de una reunión con el ministro de Planificación, Julio De Vido, quien, según el dirigente, estaba dispuesto a mandar a las máximas autoridades de YPF para arreglar un acuerdo con la República Islámica: “La transacción puede ser a través de granos y otras cosas bueno, es cuestión de verlo”.
Las escuchas forman parte del expediente de la denuncia presentada por el fiscal Nisman por supuesto encubrimiento del atentado a la mutual judía que fue desestimada la semana pasada por el juez federal Daniel Rafecas.
Luego de que trascendieran a los medios las nuevas escuchas, el magistrado se defendió al afirmar que “no tenían relevancia”. En ese sentido, alegó en un comunicado: “Las ‘miles de escuchas telefónicas’ de las que se dan cuenta en distintos medios, relacionadas con estos sucesos, evidentemente no fueron en su momento consideradas relevantes por los organismos encargados de su análisis, ni por la Fiscalía interviniente (UFI AMIA), y no fueron presentados como prueba ante la Justicia para fundamentar la denuncia por encubrimiento, de lo que se puede deducir que se trataría de conversaciones sin vinculación alguna con los presuntos hechos denunciados”.