El acto había sido organizado para que el presidente Néstor Kirchner apoyara las políticas instrumentadas desde su Gobierno contra el trabajo en negro. No obstante, toda la prensa convocada en la Casa Rosada esperaba sin ansia que el jefe de Estado se refiriera al fallo favorable que la Argentina obtuvo en el Tribunal Internacional de La Haya sobre la demanda que el Uruguay había presentado en contra de los cortes de rutas en Entre Ríos.
Lo que nadie esperaba, sin embargo, era que el presidente adoptara una actitud triunfalista contra los principales medios de comunicación del país que esta mañana habían informado sobre la posibilidad de un dictamen desfavorable.
Citando el nombre del medio y el del cada periodista, el mandatario nacional, con inusual temple y sentido del humor, utilizó unos quince minutos de su discurso para retar a los periodistas y acusarlos de escribir ya no contra el Gobierno sino contra las políticas de Estado.
Acompañado por las mayoría de los miembros de su Gabienete, el gobernador bonaerense, Felipe Solá, y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, Kirchner advirtió que aquellos que están en contra del Gobierno se colocan “en contra la de la Nación” y recordó que esa postura “es un problema cultura que trajo problemas graves a la Argentina”.
Los dardos presidenciales –que en ningún momento apuntaron contra la protesta de los pequeños y medianos productores agropecuarios de esta mañana y sus amenazas de paro-, estuvieron dirigidos especialmente a los diarios Clarin, La Nación, Ámbito Financiero, El Cronista y Perfil, a los que acusó de “falta de investigación” y se quejó de que que en temas económicos ocurren “los mismo problemas”, en lo que respecta la carencia de precisión.
La cuestión con el Uruguay. Antes de explayarse en una suerte de clase nacional de periodismo, el Presidente aseguró tener "los brazos abiertos para con los hermanos uruguayos" y apostó a "la conversación permanente" entre ambos gobiernos, para resolver el diferendo diplomático por las plantas papeleras en el río Uruguay.
"Está en la capacidad de nuestros pueblos y de nuestros gobiernos poder superar los problemas", dijo Kirchner durante el inicio de su discurso en la Casa Rosada y tras destacar que desde la Argentina "no somos intransigentes, apostamos a la conversación como una cuestión permanente".
El jefe de Estado, destacó la "relocalización de la empresa ENCE", agradeció "el apoyo y la gestión del Rey" de España para resolver el conflicto, pero dijo "esperar que con imaginación, creatividad, y respetando el Tratado del Río Uruguay, podamos encontrar con nuestros hermanos uruguayos una solución".
"Vamos a abrazarnos con responsabilidad y defender esas convicciones", dijo Kirchner en relación a la lucha de los asambleístas de Gualeguaychú y Colón. También marcó su postura en cuanto a su medida de fuerza al confirmar que "nunca" ordenará reprimirlos.
Para finalizar, el mandatario convocó a tener una “voz unificada en Latinoamérica”. Llamó a organizaciones sindicales a “discutir el país” junto con empresarios e instó a “seguir” con el crecimiento industrial junto a la inversión pública.
Fuente: Télam y DyN