Kirchner se dedicará a dirigir una enigmática fundación

Después del 10 de diciembre, cuando su esposa asuma la Presidencia, Néstor Kirchner planea dirigir una enigmática fundación. El Presidente desempolvó del baúl de los recuerdos al Grupo Calafate, un think tank de remoto origen duhaldista, impulsado a fines de los 90 por Alberto Fernández y sus delfines porteños, para que se convierta en su nuevo destino laboral.

El día después de la victoria de Cristina Fernández, el Presidente dijo:  "Voy a trabajar desde la Fundación Calafate. Alberto (Fernández) es el presidente (de la entidad) y espero que me deje el lugar”.  Con la frase presidencial, vuelve a tomar bríos un grupo que, pese a su nombre, responde al armado de dirigentes peronistas de la Ciudad de Buenos Aires.

El origen de la Fundación Grupo Calafate para la Formación Política y la Capacitación en la Administración del Estado se remonta a 1998, cuando varios dirigentes peronistas se reunieron en El Calafate, liderados por Alberto Fernández, para respaldar la entonces diezmada candidatura presidencial de Eduardo Duhalde.

Fue creada con la intención de convertirse en una usina de ideas y de formación de cuadros técnicos y políticos, que se fueron incorporando y que lo harán en el futuro, a la administración kirchnerista.

Sin embargo, pese a su pomposo nombre, no se registran cursos ni capacitaciones en la sede de la Fundación, en un antiguo edificio en pleno barrio de Recoleta.

La entidad, presidida por el jefe de Gabinete,Alberto Fernández, está integrada por la presidenta electa, Cristina Fernández; los ministros Alberto Iribarne, Carlos Tomada y el canciller Jorge Taiana; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilla; y figuras del kirchnerismo como los diputados Carlos Kunkel, Jorge Coscia, Julio Vitobello, entre otros.