La concesión del Gobierno con el impuesto a las ganancias no sólo desactivó el paro previsto por los sindicatos del transporte y las centrales que dirigen Hugo Moyano (CGT Azopardo), Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca) y Pablo Micheli (CTA Autónoma). El anuncio de la Presidenta permitió también encaminar la negociación por la unidad cegetista, un proceso que no será inmediato, pero que sí se espera concretar antes de las elecciones primarias.
Tras el discurso de Cristina Kirchner en el Día de la Industria, donde anunció que se eximirá del pago de ganancias a los aguinaldos de los trabajadores que ganen menos de 35 mil pesos, el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, se comunicó con Hugo Moyano. Hubo también otros contactos y se acordó que en los próximos días habrá un cónclave reservado de las tres centrales. Durante la semana se perfilaba una dinámica de choque entre el Gobierno y los gremios no alineados. El mismo Moyano había aceptado la necesidad de ir al paro con fuertes reticencias tras el discurso del lunes en el que Jorge Capitanich había dicho que lo de Ganancias era un problema “filosófico”. Según indicaron desde su entorno, estaba aliviado por haber evitado una medida que habría impactado negativamente en las perspectivas de unidad.
El último paro de la CGT Azopardo, el 28 de agosto pasado, había tenido un impacto menor por la no adhesión de los colectiveros de la UTA. En ese momento se gestó un armisticio entre las dos centrales que se basó en evitar los cruces entre secretarios generales y en la moderación de parte de la central opositora, indicaron jerárquicos de las dos CGT.
Acelerar los tiempos. La posición mayoritaria es buscar un acuerdo que les permita ofrecerse como garantes de la estabilidad frente a los principales candidatos antes de las PASO. “Es imposible negociar con alguien que ya se perfila como ganador si arrasó en las primarias”, indicó un hombre de la CGT Balcarce. Pedirán a cambio garantías sobre algunos puntos sensibles: ayuda para las obras sociales, respeto al modelo sindical y no injerencia política en las internas sindicales.
El metalúrgico Antonio Caló pudo presentar el anuncio como un éxito de su central. Eso le permite sentarse a discutir la unidad desde una mejor posición. Algunos de sus colegas evalúan que esto le permitió acelerar la unidad. Lo mismo habría ocurrido con otro gremio grande, Smata. El taxista Omar Viviani quedó así como el único referente importante que aún resiste la unidad, junto a otros gremios chicos.
Resulta una paradoja que uno de los sindicalistas más cercanos al papa Francisco esté, según sus colegas, resistiendo un proceso que el Pontífice propicia.
Más allá de la postergación del paro cegetista, la CTA Autónoma confirmó que realizará una movilización el 18 de diciembre, en reclamo de un bono de fin de año. También sigue en pie el paro de 48 horas de La Bancaria, entre el 11 y el 12 del corriente. Piden que se extienda la gratificación extraordinaria que aceptaron los bancos privados (7.500 pesos) a las entidades públicas.