Ella ni siquera sonrió. Luego de colocarle la banda, afable y distendido, Néstor la abrazó y algo le dijo al oído, pero enseguida vio la mirada acerada de la Mandataria y, viejo lector de esos ojos, optó por alejarse y aplaudir. Y el discurso de Cristina Fernández de Kirchner fue igual a los de esta "Campaña Sin Fin".
“Este (ex) Presidente que tengo a mi izquierda cambió el país desde 2003, asumió con más desocupados que votos, me votó más del 45 por ciento del padrón válido, saqué más de 22 puntos de ventaja, etc. etc. etc.”. Las mismas frases, calcadas, escuchadas no menos de un centenar de veces en los últimos 4 o 5 meses. Ni una medida concretas de gobierno. Sólo generalidades como basar la gestión en "las instituciones, la sociedad, el modelo de acumulación con inclusión social, mejorar la movilidad social ascendente". Las medidas para lograr esos objetivos, se desconocen. "Convocando a todos" no se va a mejorar la educación. Por más aplausos que se hayan escuchado en el Congreso. Los jueces han sido los únicos que tienen algo para esperar: Cristina quiere que paguen Ganancias.
Habrá que seguir esperando, entonces, a ver que hará la Mandataria, desde mañana, en la Casa Rosada. Pese a que el ex Presidente trabajó horas extras para despejarle todos los temas incómodos, tratando que ella disfrute de una primera parte de gestión lejos de las críticas o los puños crispados, quedaron cabos sueltos. El primero, y más urticante, el de la Emergencia Económica, por la que habrá que insistir en el Congreso, borrando con el codo lo que tantas veces Cristina votó con la mano.
El tema de la concentración de la TV paga, permitiendo a Multicanal la compra de Cablevisión, fue firmado Néstor horas antes de irse. Eurnekián tendrá los aeropuertos hasta 2028, las tarifas fueron “retocadas” y no aumentadas, según la magistral definición de Alberto Fernández. Otras decisiones del estribo se irán conociendo a medida que el tiempo pase, pero lo cierto es que la campaña terminó. Llegó la hora de los hechos. Basta ya de “más desocupados que votos…, el 45 por ciento…, los 22 puntos de diferencia…”. Es tiempo de saber, al fin, que se hará con privatizadas, precios, retenciones, inflación, sindicalistas, etc. Decir que no va a ser parte de las internas empresarias o sindicales no basta. La campaña y las generalidades alcanzan para ganar elecciones. Gobernar es otra cosa.