Los intendentes que buscaban proclamar ayer como titular del PJ bonaerense a Daniel Scioli debieron postergar sus aspiraciones. El acto, que iba a realizarse en Caseros, partido de 3 de Febrero, se suspendió por las diferencias que enfrentan a los jefes del Conurbano.
La advertencia judicial de caducidad había forzado al Partido Justicialista bonaerense a despabilarse y convocar a elecciones. El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, se propuso rápidamente como titular del partido. Pero sus colegas se inclinaron por Scioli para evitar que Espinoza transformara el sillón partidario en un trampolín hacia la gobernación.
Con un operativo clamor que incluyó a un grupo de intendentes como Martín Insaurralde (Lomas) y Patricio Mussi (Berazategui), el gobernador bonaerense fue impulsado a una carrera impensada para encabezar la lista que se oficializaría el martes, día en que vence el plazo para la presentación de candidatos. Scioli mantuvo el silencio. En su entorno, aseguran que no se lo ve interesado. En la intimidad, coincide con su principal competidor, Sergio Massa: no cree que sea necesario presidir el partido para llegar a la presidencia.
Ayer, el ex intendente de José C. Paz, Mario Ishii, adelantó que también aspira a la jefatura partidaria.
Massa , por su parte, decidió no participar directamente de la interna partidaria y resignar los cargos de sus dirigentes y los propios alcaldes. “Herminio se quedó con el partido; Menem y Cafiero, con la gente. Moreau se quedó con el partido; De la Rúa y Chacho, con la gente. Duhalde se quedó con el partido; Kirchner, con la gente. Película repetida”, relatan en el massismo asegurando que no les interesa el sello.
Este grupo de intendentes tampoco peleará las internas en sus distritos y el propio Massa dejará de ser titular del PJ de Tigre. Sin embargo, el Frente Renovador está a la espera de una respuesta judicial a la presentación que realizaron esta semana solicitando la nulidad de la convocatoria a elecciones partidarias.