María de los Ángeles Duarte Pesantes, la ex ministra del presidente ecuatoriano Rafael Correa, que fue procesada y condenada por el delito de cohecho, rompió el silencio desde Venezuela a un mes y medio de haber huido de la Residencia de la Embajada Argentina en Quito hacia ese país. Aunque el hecho generó un serio conflicto diplomático entre Argentina y Ecuador, la ex funcionaria sostuvo que "no recibió ayuda" del Gobierno de nuestro país.
"Salir de Ecuador no es complicado para nada, no hay ningún control en la frontera, fue realmente muy sencillo", indicó la dirigente política en una entrevista con Telesur, reproducida por el diario El Universal. “Fue un momento de tocar fondo, de decir esto ha tomado demasiado tiempo”, manifestó.
El Gobierno instó a Ecuador para que deje salir a la exministra de Correa y darle asilo político
Duarte comentó que tomó la decisión de fugarse después de que se le negara el salvoconducto para que pueda salir del país y asilarse en Argentina. Allí detalló que ante la imposibilidad de tomar un vuelo comercial ante nuestro país, su único opción era viajar hacia Caracas.
En ese sentido, la ex ministra de Transporte y Obras Públicas, y también de Vivienda, subrayó que otro de los motivos que se le vinieron a la mente fue, que según ella, era “la única rehén política” que quedaba en la administración de Guillermo Lasso. "Los otros miembros del gobierno de Rafael Correa ya tenían su prelibertad, que habían sido perseguidos y hasta encarcelados, solo quedaba yo y pensé si no me muevo ahora, luego será mucho más complicado”, señaló.
Según El Universal, Duarte, sobre quien pesa una sentencia de ocho años de prisión en la causa conocida como "Sobornos" (2012-2016), aseguró haber recibido ayuda de “muchas personas”, pero dijo que no podía dar sus nombres “por seguridad”. “La razón para estar en la embajada argentina fue la ausencia absoluta de ley de Justicia en Ecuador. No me quedó otra”, explicó la ex ministra, que residía en la embajada argentina junto con su hijo menor de edad.
“No fue una cárcel, pero sí fue una jaula de oro... incluso podía recibir visitas de mis familiares, pero no podía salir a la calle, había un vehículo de la Policía esperando a que yo cruce el portal para llevarme a una cárcel”, contó sobre su estadía en la sede diplomática.
Duarte descartó la ayuda de diplomáticos argentinos
La ex titular de la cartera de Obras Públicas ecuatoriana dio a conocer detalles sobre el día de su fuga y reveló que eligió el viernes 10 de marzo porque era el momento en que menos empleados había en la residencia. “Yo salí por mis propios medios", reveló.
Además, expresó que los funcionarios argentinos no conocían que ella iba a salir de la Embajada y del país. "Quise mantenerlos al margen para no causar un conflicto entre ambos países”, mencionó, al mismo tiempo que sostuvo que aunque los dos países no tienen un embajador en sus sedes, las relaciones entre Argentina y Ecuador "no se rompieron".
Argentina le concedió asilo a la ex funcionaria en diciembre de 2022, pero la Cancillería ecuatoriana rechazó la decisión. El entonces embajador argentino en Ecuador, Gabriel Fuks, negó inmediatamente haber brindado ayuda a Duarte pero el Gobierno decretó su expulsión del país.
La administración de Lasso también acusó al embajador argentino en Caracas, Oscar Laborde, de ayudar a la ex ministra a salir de la Embajada. La Cancillería argentina contestó de la misma manera y le pidió al embajador ecuatoriano Xavier Monge que dejara Buenos Aires.
El propio Correa reside en Bruselas, desde 2017, también con asilo político. También hay siete ex funcionarios de su gestión refugiados en México: Fernando Alvarado, secretario de comunicación del gobierno de Correa; Galo Mora, secretario de la administración; Viviana Bonilla, Gabriela Rivadeneira y Soledad Buendía, asambleístas, Ricardo Patiño, canciller y Edwin Jarrín, miembro del Consejo de Participación Ciudadana de Ecuador.
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