Luego del fracaso de los análisis en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), la fiscal federal de San Isidro, Rita Molina, pidió a la jueza Arroyo Salgado que se realice en "forma urgente" la pericia genética de las muestras de sangre y saliva que los hijos adoptivos de la dueña de Clarín, Marcela y Felipe Noble, realizaron a la Justicia en diciembre de 2009 en el Cuerpo Médico Forense. Aquellos exámenes para determinar si son hijos o no de desaparecidos se efectuaron por expreso pedido de los Noble.
La misma fiscal precisó a Perfil.com que la solicitud fue elevada el viernes a las 14 horas y que por la feria judicial que comenzó el sábado, la jueza aún no ha respondido, por lo que no se sabe si lo hará hasta que culmine el receso, el 2 de agosto.
A su vez, confirmó que la querella tenía previsto pedir que el juzgado continúe trabajando durante la feria. La solicitud de recurrir a las muestras ya existentes ocurrió recién la semana pasada porque el testimonio de los peritos sobre los infructuosos exámenes en el BNDG recién finalizaron el martes.
Hace dos semanas, los abogados de la querella, Pablo Llonto y Alcira Ríos, también habían presentado un escrito a Salgado para solicitar que se realicen nuevas pruebas con las fallidas muestras extraídas el 28 de mayo, tal como lo había anticipado en exclusiva el diario PERFIL.
La fiscal evalúo ante este medio que esa es "otra alternativa" y que en ese "abanico de posibilidades" que encara la causa podría ordenarse un nuevo allanamiento para que la Justicia obtenga otros objetos personales de los Noble para obtener su patrón genético.
Sin vuelta atrás. Pese al revuelo mediático que generó la actuación policial en la casa de los hijos de la dueña de Clarín, Molina no se mostró temerosa a nuevos cuestionamientos y aseguró que la fiscalía "tiene la obligación legal de hacerlo" y enfatizó que "si hay que allanar, se volverá a allanar". Es más, la fiscal estimó que "no hay que desesperarse en esta causa, porque tarde o temprano se sabrá la verdad".
Por si algunos sospechan que sus medidas perjudican a la dueña de Clarín y benefician políticamente al Gobierno, la fiscal aseveró a Perfil.com que su independencia respecto a las partes "está probada". Según dijo, "Ernestina sabe muy bien quién soy".
La fiscal fue quien en 2002 apeló la detención que el ex juez Marquevich le dicto e hizo cumplir a la propietaria del multimedio y así logró que la Cámara de Casación liberara a Ernestina Herrera de Noble a los pocos días de ser detenida. "La orden de Marquevich era ilegal", sostuvo.
"A mí no me manda ningún político, ni nadie. No recibí presiones ni las aceptaría", continuó la fiscal y apuntó otro dato para reforzar su postura: ella colaboró para que fuera separado de la causa el juez Conrado Bergesio, un "amigo" suyo con el que trabajaba desde hace 14 años, según relató.
Ahora la fiscal sugiere que existe un "acuerdo paradójico" entre la dueña de Clarín y sus hijos que "dificultan" claramente a la Justicia. Aún así, prefirió no pronunciarse sobre si hubo intencionalidad entre ellos para que las muestras resultaran "contaminadas".
(*) de la redacción de Perfil.com