Las primeras lecturas políticas tras la conmoción que generó la muerte del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, muestran que Sergio Massa y Mauricio Macri aumentaron su intención de voto a expensas de Daniel Scioli, que sufrió una leve caída. De esta manera, el líder del Frente Renovador sigue liderando y ahora la pelea por el segundo puesto es más cerrada entre los mandatarios de la Ciudad y la Provincia.
Por otro lado, la actuación del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ante la muerte del fiscal recibió fuertes críticas. El 54% de los encuestados calificó como “mala” la reacción de la Presidenta y sus funcionarios, mientras que apenas el 19% la defendió. Ese número deja en evidencia que el Gobierno, por lo menos en este caso, perdió la aceptación de sectores que habitualmente defendían todas sus decisiones: cualquier análisis de la gestión, en los últimos tiempos, llegaba a ser respaldado por alrededor de un tercio de los consultados.
Estas primeras consecuencias del caso en el escenario electoral no pueden ser analizadas sin tener en cuenta el acuerdo que anunciaron Macri y Elisa Carrió para competir en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). Los efectos todavía son dinámicos, y dependen de los movimientos que puedan realizar otros actores, como la Unión Cívica Radical.
En ascenso. Massa encabeza el listado de los presidenciables con el 30,8% de intención de voto. Así, creció 1,8% en relación al último estudio publicado por PERFIL a fines de diciembre. El jefe de Gobierno porteño, por su parte, subió 1,9% para alcanzar 23,1%. En la pregunta se aclaraba que era “en alianza con Carrió”. El trabajo también deja en claro que esa competencia no significaría una amenaza para Macri: 8 de cada 10 votantes de ese espacio lo elegirían a él.
Los datos surgen de la encuesta exclusiva para PERFIL que realizó la consultora González y Valladares, con tecnología iSurveyX provista por la firma MGMR. Se entrevistó telefónicamente a 1.100 personas en todo el país, entre el 4 y el 6 de febrero.
Para Scioli la situación es compleja. La crisis por la muerte de Nisman afecta directamente la imagen de la Presidenta y su gobierno. El gobernador bonaerense, en ese marco, no es ajeno al impacto negativo. Sin embargo, su constante oscilación –que termina de encasillarlo como del riñón kirchnerista– le permite contener daños. Su intención de voto, según la encuesta de González y Valladares, sólo cayó 2%, para cerrar en 25,1%. El objetivo del ex motonauta debe apuntar ahora a frenar el derrumbe. El problema para Scioli es que ante la pregunta de cuál de los candidatos presidenciables mostró un peor desempeño en torno al escándalo que se generó por la muerte de Nisman él es quien peor parado queda. El 31,2% le apuntó al gobernador bonaerense, que a los dos días de conocida la noticia se mostró incómodo junto al resto de los líderes del Partido Justicialista, cuando se conoció un comunicado en defensa del Gobierno y su Presidenta.
La pregunta contraria deja mejor posicionados a Massa (21%) y Macri (18%), aunque sin sacar un beneficio contundente. Hay también un 21% de los entrevistados que respondió que ninguno de los presidenciables se destacó por su desempeño ante la crisis.
En ese marco se explica también el acompañamiento que todos los sectores de la oposición manifestaron a la “marcha del silencio” que se está organizando para el 18F, con el patrocinio de un grupo de fiscales y con fuerte difusión por redes sociales. Será para conmemorar el mes de la muerte de Nisman y en reclamo de justicia. Incluso un funcionario del sciolismo, como José Pampuro, salió a respaldar la convocatoria.
Quien también sufrió una leve caída es Julio Cobos, el precandidato radical que sigue defendiendo la existencia de UNEN como alternativa electoral. En esta última medición alcanza el 10,6% de los votos, lejos de los puestos de pelea. Cuando se pregunta por el voto a los diferentes frentes, UNEN también queda cuarto (12,4%), situación muy distinta a la que se encontraba cuando se presentó en sociedad el espacio.
