Días antes de ser nominado como compañero de fórmula de Mariano Recalde, el radical K Leandro Santoro mostraba sus dudas respecto a una posible postulación suya por considerar que aportaría “pocos votos”. Ya confirmada su candidatura a vicejefe de Gobierno porteño, ahora deberá trabajar duro para romper esos pronósticos, incluso puertas adentro de su casa: su mujer también es radical, pero apoya a Martín Lousteau.
Clara González Sorey conoce a Santoro desde la adolescencia, pero empezaron a salir hace casi cinco años. Y hace cuatro tuvieron a su primera hija. Santoro tiene otra hija, de un matrimonio anterior con Cecilia Moreau, la hija de Leopoldo y líder político del flamante candidato kirchnerista.
En su perfil de Facebook, González Sorey no oculta sus preferencias electorales. En las dos fotos principales se la ve abrazando a Martín Lousteau, el candidato de ECO, alianza que el radicalismo conformó junto al socialismo y la Coalición Cívica en la Ciudad de Buenos Aires. El domingo de las Primarias, además, subió una foto de Santoro y su hija en un bar, y la leyenda que la acompaña grafica la situación política dividida que se vive en esa casa: “Domingo de elección y pluralismo”, escribió.
Consultada por PERFIL, González Sorey negó estar militando por la candidatura de Lousteau. “Mi mejor amigo de la infancia sí es militante de la UCR y lo acompaño cuando me lo pide”, expresó. Y agregó: “Estoy afiliada al radicalismo desde los 18 años, pero ahora hace años que no milito”. Fuentes del centenario partido, no obstante, aseguran que Sorey milita en el comité de Alejandro Caracciolo, candidato a comunero de ECO en la Comuna 7 (Parque Chacabuco y Flores).
—¿En julio vas a votar a Lousteau o a Leandro?
—El voto es secreto. Conozco a Leandro desde mi adolescencia y siempre se destacó. Yo empecé a admirarlo por su pasión por Raúl Alfonsín. Estoy feliz por él, es un reconocimiento merecido y en la UCR no se lo consideró.
Así, al candidato del Frente para la Victoria se le suma otra compleja tarea: convencerla de que lo vote. En su entorno hicieron una lectura positiva de la situación. Consideran que es un reflejo de “pluralidad y diálogo, también de independencia de criterios”.
Una situación más fácil de explicar que los tuits anti K que había escrito Santoro cuando todavía se mostraba crítico del Gobierno. Dijo que lo había hecho para “sumar retuits”, que “fue un pelotudo”, pero que tuvo una “evolución ideológica”.