Juncal y Uruguay. En esa esquina se levanta el edificio en el que vive Cristina Kirchner cuando viene a Buenos Aires. Se trata de una construcción antigua, de al menos unos 60 años, según precisaron a PERFIL fuentes inmobiliarias de la zona. En una esquina hay un café, que por la presencia de la militancia y de la custodia se ve cada vez más concurrido. En frente, hay un kiosco de diarios. Y debajo, una inmobiliaria.
Todos recibieron inesperada publicidad por la presencia de las cámaras de televisión y de los reporteros gráficos. Pero los vecinos vieron alterado el ritmo habitual del barrio. Para empezar, unos cincuenta militantes están apostados –a veces son más– debajo del edificio. Hay gente que va y viene todo el tiempo. Cuando ella sale de su departamento, el fervor de los militantes agrada a algunos, molesta a otros. La custodia trata de mantenerse invisible, aunque suelen parar en una de las esquinas.
Hay vecinos famosos en el barrio, como el ex ministro Ricardo López Murphy, que está a media cuadra.
Los Kirchner llegaron cuando el entonces candidato, Néstor, hacía campaña para llegar a la Casa Rosada. Eran dos extraños de Santa Cruz, y se paseaban por el barrio con mucha tranquilidad. Varios vecinos no ocultan su simpatía por Mauricio Macri, y su rechazo a la figura de la ex presidenta. Cuando salió el miércoles de su casa, algunos le arrojaron agua.
Muebles. Arnaldo Schneider es el “mueblero” de Cristina Kirchner. Su local, Zubarán, que estaba sobre la calle Arenales (hoy se mudó a Palermo) fue el que le vendió varios accesorios para el departamento de Recoleta a la entonces senadora por la provincia de Buenos Aires. “Compró algún espejo, una mesita y otras cosas”, contó Arnaldo. El comerciante relató que fue la propia Cristina la que eligió las cosas para llevarse, cuando Néstor Kirchner aún ejercía la Presidencia.
Además, se confesó fanático de la ex presidenta. Y precisó que fue a varios actos partidarios. “Fui a la despedida de ella, el 9 de diciembre, en la Plaza de Mayo. Y fui al acto del 24 de marzo, en el que ella no estuvo”, indicó. Y se cuidó de dar detalles: “no revelo precisiones de ningún cliente, menos de Cristina”.