El llamado a un paro general para el 25 de septiembre no aplacó las diferencias en el mundo sindical peronista. Un sector demanda reforzar la huelga con un plan de lucha y pide cambios de autoridades. Otros impulsan una estrategia para lograr un lugar para el sindicalismo en las decisiones, una estrategia que buscan coordinar con legisladores y gobernadores peronistas.
El pedido de huelga contó con el respaldo de 117 gremios en el Teatro Empire. En un documento, apuntaron a los problemas en el empleo, el golpe de la inflación a los salarios, la situación de las obras sociales y la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados, entre otros temas. También facultaron a la conducción para “llevar adelante las mesas de diálogo” para “desarrollar propuestas”.
Según explicó Gerardo Martínez, titular de la Uocra, buscarán un “diálogo institucional que permita formular políticas de Estado por parte del Gobierno”. Con ese objetivo, están articulando posiciones con gobernadores y legisladores alineados con el senador Miguel Angel Pichetto.
En el plenario, participaron Antonio Caló y Luis Barrionuevo, los ex secretarios de las CGT divididas. El gran ausente fue Hugo Moyano, quien retiró esta semana a su representante del consejo directivo. Camioneros es una pieza clave de un sector disidente que reclama más acciones directas y un cambio en la dirección. “Junto con setenta gremios hemos formado el Frente Sindical para el Modelo Nacional, que está integrado por la Corriente Federal, el Smata, Camioneros y otros gremios”, explicó a PERFIL una de sus figuras centrales, el líder de Canillitas, Omar Plaini.
“Nuestro sector está convencido de que un paro aislado no tiene la fortaleza que tiene un plan de lucha, por eso pedimos un programa y un plan de acción”, amplió Plaini. Sobre un posible diálogo, explicó que “el Gobierno es muy tozudo, habla de diálogo y practica un monólogo”. También recordó los intentos fracasados en el pasado.
Con el foco en el hambre
La CTEP, la CCC y Barrios de Pie expresaron su apoyo al paro de la CGT y lanzaron un plan de lucha con el foco puesto en la situación social. El lema es “Fuera el FMI, basta de hambre” y su objetivo es “frenar el saqueo al pueblo que está llevando a cabo el Gobierno”. Entre los reclamos están el aumento de emergencia de los planes sociales y el tratamiento urgente de cinco propuestas de ley sobre emergencia alimentaria, infraestructura social, agricultura familiar, integración urbana y emergencia en adicciones.
