“Yo no voy a cambiar. La corrección política está matando las ideas”. Tras la polémica declaración que relativizara la cifra de desaparecidos durante la dictadura y lo marginara del Ministerio de Cultura porteño en 2016, Darío Lopérfido se ilusiona con un regreso triunfal. Separado de Esmeralda Mitre y abocado a la promoción privada de festivales en Alemania, el ex secretario de De la Rúa dialogó con PERFIL sobre sus aspiraciones políticas y su deseo de reemplazar a Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad. Críticas a la gestión económica, cultural y de seguridad. El karma de la Alianza y el miedo a Cristina Kirchner.
—¿Por qué decidió ser candidato a jefe de Gobierno?
—Hay sectores que no se sienten representados por Larreta y que me ven como el mejor opositor. Hay una gran decepción. Después de años de populismo kirchnerista, Larreta se posicionó como la continuidad del populismo, un populismo de Barrio Norte, en una ciudad históricamente contraria a esos valores. El Estado es una deformidad, con un espectacular malgasto en el aparato político, un derroche de fondos similar al que hacía el kirchnerismo en el país.
—¿Cómo es el armado que se está gestando para sostener su candidatura?
—Estoy trabajando desde hace algunas semanas con varios actores. Ya tuve contactos fluidos con Yamil Santoro, José Luis Espert y con el Partido Autonomista Nacional de Romero Feris. Y también con un grupo cercano a Ricardo López Murphy y a Roberto Cachanosky. Yo quiero ser el candidato de unión de la centroderecha.
—¿Cuáles son las principales críticas a la gestión de Larreta?
—Por ejemplo, es una barbaridad la cantidad de cortes de calle. No hay ciudad del mundo que tenga este panorama. En 2018 hubo un promedio de cuatro piquetes por día. Me importa el derecho de los ciudadanos, no el de los que atentan contra la libertad. ¡Andá a cortar una calle en Nueva York! Solo en Buenos Aires permitimos tal atropello.
"Que gane Cristina sería un suicidio colectivo, a veces los pueblos se suicidan. Por ejemplo, Hitler llegó al poder en Alemania después de haber ganado las elecciones, y no haciendo un golpe de Estado", afirmó Lopérfido
—¿Por qué acusa de populista al jefe de Gobierno?
—Porque tiene una gestión cosmética, eso es el populismo. No toma medidas duras que pueden ser antipáticas para convertirse en tribunero. No habilita Uber porque está aliado con los burócratas del gremio de taxistas, que son violentos y patoteros. No se puede gobernar para las corporaciones. Larreta es un peronista clásico que pregona un Estado grande para dejar a todo el mundo contento. Encarna un Estado elefantiásico.
—¿Cuál es su opinión sobre la urbanización del Barrio 31?
—El proyecto es distinto a lo que prometió Macri cuando llegó, que implicaba reubicar a sus habitantes. No me parece justo que se les dé el título de propiedad de las tierras cuando a un vecino de otro barrio nunca le regalaron un terreno. A los pobres, Larreta los estratifica en su condición de pobres. Hace demagogia para que lo voten, tal como hacía Eva Perón cuando regalaba cosas.
—¿Es posible ganar con el recuerdo palpable de la Alianza?
—Me hace gracia cuando hablan de la Alianza porque pareciera que los únicos que formaron parte de esos años fuimos De la Rúa y yo. No olvidemos que Larreta estaba al frente del PAMI, también. No fue un gobierno de dos personas. Fue un gobierno que asumió con una grave crisis económica, una década de decadencia, y que tuvo que lidiar con grupos que trataron de voltearlo.
—El 19 y el 20 de diciembre de 2001, ¿hubo un golpe?
—Sí, fue un golpe civil, un golpe de la política. Además de Duhalde a la cabeza, estuvieron Chacho Álvarez, sectores del radicalismo y los grupos económicos que querían la devaluación para licuar pasivos: la Argentina mafiosa en su máximo esplendor. Nuestro país tiene una clase política muy berreta.
“Un suicidio colectivo”
Para Darío Lopérfido, un triunfo de Cristina Kirchner en octubre podría significar un retroceso en la imagen internacional del país. “Sería un suicidio colectivo, a veces los pueblos se suicidan. Por ejemplo, Hitler llegó al poder en Alemania después de haber ganado las elecciones, y no haciendo un golpe de Estado”, polemizó.
“Cristina hizo populismo, creó fanáticos irracionales, soldados que no razonan y que están enamorados de un único discurso. Es una canallada cuando un grupo político alimenta fanáticos. Que su núcleo duro aún siga vigente se debe a la crisis económica, sobre todo en el Conurbano. Pero también por las provincias gobernadas por sistemas feudales, ligadas al peronismo, con más del 50% de empleados públicos”.
Sobre los errores del macrismo, Lopérfido considera que “Cambiemos debió haber impulsado modificaciones estructurales rápidamente” y no mediante un programa basado en el gradualismo. “Más allá de las críticas que se puedan hacer, después del cataclismo económico, político, social y cultural que significó la bizarrés del kirchnerismo, Macri recuperó algo importante que es el respeto internacional, recuperó la República. Antes nos gobernaba una banda de barrabravas, una banda de violentos”, concluyó el ex miembro del Grupo Sushi.
