A principios de mes de septiembre, Roberto Gallardo hizo lugar a una denuncia por la muerte de un bebé en el Centro de Evacuados de Villa Cartón. En el marco de las investigaciones, el magistrado citó al jefe de Gobierno junto a otros funcionarios del gabinete PRO. De inmediato, vino la ola de recusaciones que vació a su juzgado.
-¿Cómo está el caso de las (casi 800) recusaciones impuestas por el macrismo?
-Las dos cámaras rechazaron las recusaciones; el tema es que por la dinámica interna, de las 780 causas que se fueron, volvieron 2.
-¿Cuándo volverían los expedientes?
-Todo depende de las formas en que se conceda el recurso. Si ese recurso suspende lo que resolvió la Cámara (de Apelaciones), las recusaciones seguirían teniendo efecto, y entonces yo tendría que esperar hasta que el Tribunal Superior resuelva.
-¿Cómo tomó que un juez del Contencioso Administrativo (encargado de dar marcha a las denuncias contra el Estado) sufriera la recusación de todos sus expedientes que trabaja? ¿De esta manera Macri no está diciendo “este juez no nos sirve”?
-Cuando un juez no sirve, hay un mecanismo que es el juicio político, para juzgarlo y removerlo. Evidentemente, el Gobierno porteño habrá hecho una evaluación política y habrá concluido en que no es prudente y seguramente no es exitosa la posibilidad de someterme a juicio político. Entonces, busca una veta, un artilugio, un camino non santo, para llegar al mismo efecto, que es dejarme sin expedientes. Me dejan en el lugar, pero me sacan los expedientes, por lo cual sería lo mismo que echarme.
-¿Cómo se dio esta seguidilla de recusaciones?
-Las recusaciones en masa son las que se dieron en los últimos días, pero ya había habido tres o cuatro situaciones de recusación individual en casos particulares, todos con contenido social (...) Esta situación de recusaciones masivas se dio a partir del tres de septiembre en donde yo cito al jefe de Gobierno y algunas autoridades ministeriales para dar explicaciones en función de los incumplimientos de medidas cautelares que tuvieron como desenlace la muerte del chiquito en el centro de evacuados en Villa Cartón.
-¿Qué pasó después?
El día 3 cito a esa audiencia, en el mismo momento en paralelo están emitiéndome una acción de daños y perjuicios por un embargo que había trabado dos meses antes en un expediente de Casa Amarilla. Y con motivo de esa acción de daños y perjuicios inician las recusaciones masivas, diciendo que como había pleito pendiente entre el Gobierno y el juez yo no podía ser imparcial. Esto fue el día 4, cuando yo estoy allanando todas las dependencias vinculadas con la muerte del chiquito.
-¿Ahí de inmediato tuvo que cortarse la investigación?
-De inmediato, el código nos impone desprendernos de la causas, cuando entra el escrito de la acusación.
-¿Esto lo ve como un avasallamiento de la Justicia?
Hay un intento de disciplinar el Poder Judicial. Esta es la palabra, más que avasallar, es disciplinar. Porque ellos lo que buscan es generar miedo, porque el disciplinamiento funciona no sólo con el convencimiento de la bondad de las reglas, sino con el miedo.
*Redactor de Perfil.com
