Hace exactamente siete meses que Roberto Ángel García dejó de comandar Ámbito Financiero y se convirtió en un desocupado de las letras de molde. Sin aviso, Orlando Vignatti, el actual dueño del diario económico, le dijo amablemente que ya no necesitaba de sus servicios.
A partir de allí, el hombre hizo "un blackout absoluto" y ya no volvió a ojear siquiera aquel diario al que ayudara como pocos a levantar y sostener, según confiesa en una entrevista que publica el nuevo número de la revista Noticias en la que explica esa actitud diciendo que "si leo una nota, con la cual seguramente voy a tener un grado de objeción, voy a llamar al autor como si siguiera siendo el director".
Su particular relación con el fundador de Ámbito, Julio Ramos, su promesa personal de no volver a dirigir un medio, el viraje hacia un estilo menos crítico para el Gobierno por parte del diario y su necesidad de sentir que no se está "oxidando", a la que atribuye el hecho de estar escribiendo una columna semanal para el diario Perfil, son otros de los temas abordados en el reportaje por este hombre que sigue teniendo gran influencia -y contactos- en la City.
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