El nuevo libro de Nelson Castro, analiza minuciosamente distintas rivalidades que marcaron la historia política de nuestro país.
"Rivales", publicado por Ediciones B para el sello Vergara Editor, repasa las personalidades y antinomias desde la conformación del Estado Argentino. Desde Juan Manuel de Rosas y Justo José de Urquiza, pasando por Ricardo Balbín y Arturo Frondizi, hasta Eduardo Duhalde versus Néstor Kirchner.
La última de las siete rivalidades que revisa el autor es la que tuvo por protagonistas a dos ex presidentes de la democracia, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner. Es en este capítulo, que comienza describiendo los años finales del menemismo y la conformación del Grupo Calafate, en donde se repasa la creación del poder kirchnerista y sus diversos intentos por consolidar una fuerza política alternativa.
Año 2002. En junio ocurrieron los asesinatos de Maximiliano Kostecki y Darío Santillán, y tras el anuncio de Duhalde de confirmar las elecciones para abril de 2003, la carrera electoral se desató.
Néstor Kirchner y Alberto Fernández, su aliado, asesor y jefe de campaña, estudiaron uno por uno los posibles candidatos a vicepresidente para acompañar la fórmula. Descartaron los candidatos de derecha, peronistas opositores, y finalmente evaluaron: "¿Y qué pasaría si vamos con Carrió?". En 2002, "Elisa Carrió y Kirchner no estaba radicalmente peleados como lo estuvieron durante los últimos años de vida de Néstor Kirchner", explica Castro.
Kirchner encomendó a Alberto Fernández el acercamiento. "Fernández fue por el intento y tendió -o al menos intentó hacerlo- un puente entre ambos. Esa idea contaba con un obstáculo principal y muy difícil de sortear: Cristina Fernández detestaba a Elisa Carrió, pero como Néstor pensaba que podían hacer algo juntos, finalmente lo intentó", consigna el texto.
"Fue debut y despedida. Se terminó el mismo día que traté de proponérselo", le contó su enviado a Kirchner. Las opciones se acababan y la única salida era, pues, el propio Duhalde.
La conveniencia. El capítulo llamado "La conveniencia" también hace referencia a otras etapas de la relación de poder. En el 2000, Duhalde menospreció el lanzamiento de Kirchner a nivel nacional. El interlocutor había sido también Alberto Fernández. "Sí, metele, que vos y el Flaco son amigos", respondió el ex presidente interino. Alberto Fernández se dio cuenta de que Duhalde "no sólo no había tomado en serio lo que le acababa de decir sino que tampoco pensaba que pudieran alcanzar un objetivo concreto".
El texto de la publicación incluye además tramos como cuando Cristina Fernández se opuso a que Kirchner sea el jefe de Gabinete de Duhalde; y cuando el entonces presidente lanzó en 2003: "Néstor, largamos", en diálogo con el fallecido presidente dijo Duhalde a Kirchner en 2003, tras el alejamiento de Reutemann como posible candidato.
El autor cierra el libro con una serie de anécdotas en la presenta la pelea de egos y poder entre Chiche Duhalde y Cristina Fernandez como factor determinante y decisivo en la ruptura política entre Duhalde y Kirchner. Cada una de las esposas quería ir como candidata a legisladora por la Provincia de Buenos Aires. Además, tanto Kirchner como Duhalde quería imponer sus aliados en las listas electorales de 2005.
Las idas y venidas y la presión por adueñarse de la provincia con mayor cantidad de electores, provocó finalmente el inicio de las desavenencias. Ni José María Díaz Bancalari como avanzada duhaldista ni Alberto Fernández como intermediaron pudieron pactar acuerdos. Éste fue el nacimiento del Frente para la Victoria y marcó el fin de la relación entre ambos ex presidentes.