La segunda ola de Covid-19 en el AMBA empezó a consolidar una curva descendente, aunque en niveles todavía muy elevados y con señales de alarma que advierten que la tendencia podría revertirse en cualquier momento. La llegada de las bajas temperaturas, en este contexto, se vuelve un motivo de preocupación extra.
La tasa de incidencia está en 532 casos semanales cada 100 mil habitantes en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y en 389 en el promedio de los 35 municipios bonaerenses que conforman el AMBA. En el pico de la primera ola, la Ciudad apenas pasó los 300 y el Conurbano 250. Un rápido descenso, advierten los especialistas, es fundamental para que esa cantidad de contagios no saturen el sistema sanitario.
En una primera mirada, las cifras de esta semana son alentadoras en ese sendero. En el Conurbano se había confirmado 64.114 casos nuevos la semana anterior y se pasó a 51.600 esta última. Casi un 20% menos. Mismo porcentaje de retroceso se dio en la Ciudad, que pasó de 20.373 a 16.355.
Sin embargo, la llamada de atención está en que en ambos lados de la avenida General Paz cayeron los testeos, que se siguen moviendo al alza y a la baja en paralelo a los contagios. Una señal, según diversos especialistas, de que los hisopados no logran ser efectivos para rastrear a los asintomáticos para aislarlos. De esa manera, advierten, el caldo de cultivo para un nuevo brote está a la vuelta de la esquina.
En el AMBA se hicieron 111.256 testeos en la última semana, contra 127.768 que se habían hecho la anterior. Las curvas de testeos y casos confirmadas en ese territorio bonaerense sorprende por ir siempre en el mismo sentido, casi en paralelo. En la Ciudad, según los registros del sitio de datos del gobierno porteño, los testeos a residentes cayeron de 42.337 a 27.354. Funcionarios porteños, sin embargo, encontraron discrepancias con las bases que lleva Salud, por lo que están analizando los datos.
Los números de este martes -por más que no están incluidos en el informe semanal- también encendieron alarmas. La Ciudad volvió a superar los 3.000 casos diarios (3.170) y en Provincia hubo más de 12.000, en ambos casos guarismos que los funcionarios se entusiasmaban con dejar atrás.
Pilar, el más complicado
El municipio con mayor presencia activa del coronavirus pasó a ser esta semana Pilar, después de por lo menos tres semanas donde Ensenada quedaba en la cima del podio. Esta vez, quedó segundo. Pilar tuvo 619 casos nuevos cada 100 mil habitantes, contra los 533 de Ensenada.
Más atrás los siguen la Ciudad (532), Ituzaingó (525), Escobar (486), Esteban Echeverría (484), San Fernando (484), Berisso (471), Avellaneda (459) y Lanús (455). El promedio de los 35 municipios bonaerenses del AMBA fue de 389.
Pilar fue, por lejos, el distrito que más cantidad de testeos hizo esta semana, con 1.651 cada cien mil habitantes. El promedio del AMBA fue de 839. Ensenada, en cambio, venía con un alto nivel de testeos y ahora cayó a 680 cada cien mil, y terminó quedando entre los que menos hicieron.
En el lado inferior, La Matanza volvió a quedar como el municipio con menor incidencia de contagios, apenas 251 cada cien mil habitantes. El populoso distrito sigue teniendo una dinámica distinta a la de sus vecinos. El más cercano fue San Vicente, con 319. Después siguen Florencio Varela (331), Marcos Paz (339), Luján (357), Merlo (361), Tigre (365), San Miguel (370), Presidente Perón (379) y Ezeiza (380).
Como muestra cada informe de PERFIL, la explicación para los que menos casos tienen está íntimamente ligada a la cantidad de testeos. Siete de esos diez municipios también están entre los diez que menos hisopados realizaron en la última semana.
GZ / DS