Mientras la Justicia analiza, en base a los peritajes realizados durante todo el día, si el choque de trenes de la línea Sarmiento fue por impericia de los motorman o por una falla en el sistema de frenos, el nombre de los Cirigliano -exconcesionarios de la línea ferroviaria y procesados en la causa que investiga la tragedia de Once- volvió a escena.
"Hay que buscar los recursos humanos disponibles, no tenemos otra forma. Son trenes de 1962. De catorce, hemos reparado once para mejorar el servicio, para eso estamos trabajando todos los días", justificó el ministro de Transporte Florencio Randazzo, al ser consultado sobre la contratación de la empresa de Cirigliano para reparar las formaciones.
"De ninguna manera voy a polemizar con familiares de una tragedia tan dolorosa como fue la de Once", señaló Randazzo y recordó que los empleados de EMFER "cortaron la General Paz en reclamo de trabajo" luego del siniestro de Miserere, por lo que instó a "separar empresarios de trabajadores".
La sombra de Once. Tres meses después de la tragedia de Once, el 24 de mayo de 2012, el Gobierno nacional suspendió la concesión de la línea Sarmiento a TBA -de Claudio Cirigliano- y se la cedió a la nueva Unidad de Gestión Operativa Mitre-Sarmiento (UGOMS), integrada por Ferrovías, Metrovías y el Estado, que siguió a cargo de los salarios de los empleados.
Sin embargo, gran parte de las formaciones del ferrocarril Sarmiento siguieron reparándose en los talleres de San Martín de Emprendimientos Ferroviarios S.A., que posee más de 350 empleados, y cuyo dueño es el mismo Claudio Cirigliano.
EMFER pertenece en un 96% a Cometrans, la sociedad que controlaba Trenes de Buenos Aires (TBA) y también manejada por Claudio Cirigliano, quien irá juicio oral procesado por "estrago culposo" y "administración fraudulenta" por el siniestro de Miserere. Pese a eso, UGOMS sigue contratando a los mecánicos de Cirigliano.
Los hombre de Cirigliano. En los registros societarios, EMFER S.A. figura dirigida por Edgardo Oscar Ballesteros -de 81 años-, empresario también a cargo de otras firmas de Claudio Cirigliano, como Cometrans, Safe Flight y Ayres del Sur, dos aerolíneas privadas que fueron investigadas en la causa de dádivas del exsecretario de Transporte Ricardo Jaime.
El otro director es Fernando José Eustaquio García, aunque el mando real pertenece al gerente Vicente Sansalvador, otro alfil de Cirigliano.
El dueño de TBA posee un hombre de su cuño en la misma UGOMS: se trata de Jorge De Los Reyes, quien también posee lazos con los secretarios de Randazzo en el Ministerio de Transporte.
Otro vínculo entre Claudio Cirigliano y el Gobierno es Marcos Chicote, gerente de TBA hasta 2007 y hoy presidente de UGOMS. El fiscal federal Federico Delgado solicitó su imputación por el accidente de Once, pero el juez Claudio Bonadío no hizo lugar a la petición.
Balances bajo sospecha. En los talleres de EMFER se encontraba gran parte de la documentación de TBA que comprometía a los directivos de la concesionaria, por lo que la empresa intentó hacer desaparecer balances clave cuando la Justicia se aprestaba a allanar las ex instalaciones de Ferrocarriles Argentinos.
La pericia contable de la causa de Once halló facturas con las que EMFER facturaba millones en las reparaciones de las formaciones de TBA, cuyo dinero surgía de los cuantiosos subsidios que recibía la concesionaria desde la Secretaría de Transporte de la Nación.