La defensa cerrada a Gendarmería, aún cuando había muchas dudas, es posiblemente uno de los errores que más se le cuestionan al gobierno en el caso Maldonado.
Después de casi 40 días de la desaparición del joven habló la primera línea del gabinete sobre el caso. El primero fue el presidente Mauricio Macri, quien respaldó a la ministra Patricia Bullrich y dijo que no se descarta ninguna hipótesis.
Luego habló el jefe de gabinete Marcos Peña en el Senado. Advirtió que nada ni nadie iba a entorpecer la investigación.
Algo se empezó a mover hacia adentro del Gobierno que provocó un cambio de estrategia. Hasta ahora, la línea había sido defender pistas confusas y hablar poco. Desde hoy hubo una participación directa con declaraciones de los principales referentes del oficialismo.
En paralelo, el fiscal federal Federico Delgado pidió que se abra una investigación sobre un potencial entorpecimiento oficial en la causa. Lo hizo el mismo día que varios funcionarios viajaron a reunirse con el juez Guido Otranto. El gobierno parece ir en la búsqueda de una reacción que repare esos errores iniciales.
Lo que también está en la mira es la propia investigación judicial. Otranto fue el mismo que el 1 de agosto ordenó el operativo en el que desapareció Maldonado.