Los funcionarios “militantes” creen que el gobernador los pasará a retiro

Los militantes de La Cámpora y otras organizaciones kirchneristas que entraron en los últimos años en tropel al Estado viven por estos días un clima de “fin de ciclo”, a pesar del exitismo oficialista en torno a la fórmula Scioli-Zannini. Esto surge de más de una decena de testimonios que pudo recabar PERFIL en contacto con empleados y funcionarios de las reparticiones de la administración central que son emblema del copamiento militante: Desarrollo Social, Justicia, Cancillería y la Anses.
La percepción de los cuadros intermedios es que un eventual gobierno de Daniel Scioli requerirá el retiro de varios militantes en puestos importantes, a pesar de que el gobernador de Buenos Aires anunció la formación de nuevos ministerios con una clara orientación al núcleo militante k.
Algunos ya buscan destino en el sector privado, como funcionarios de Cancillería que utilizan reuniones oficiales para procurar oportunidates laborales post diciembre. Otros aspiran a garantizar su continuidad en los concursos abiertos para pase a planta permanente, que incluye lugares en las categorías más altas del escalafón. Este último es el caso de muchos funcionarios de Justicia, donde la militancia sumó miles de cuadros a partir del desembarco del camporismo en 2010.
Se han designado allí unos 500 puestos, pero crece la preocupación por las demoras en la apertura de los concursos, que habían sido prometidos para abril y ahora se anuncian para agosto.
En otras carteras, como Desarrollo Social (con más de mil vacantes abiertas) y Economía (que recibió 960), el proceso ya está en curso y distintos dirigentes gremiales coincidieron en señalar que parte de estos procesos de selección están siendo orientados al perfil de los militantes que desean perdurar en sus cargos pese al inminente recambio que ordenaría Scioli.