Un sector de la CGT oficial se reunirá esta semana para definir si abandona la central obrera alineada con el Gobierno. Los “gordos” decidirán en los próximos días si rompen con el metalúrgico Antonio Caló ante la “falta de respuesta” del Gobierno a los reclamos sindicales, confirmaron a PERFIL fuentes del sector.
La pelea tiene un condimento electoral. Uno de los “gordos” es Carlos West Ocampo (Sanidad), consejero e interlocutor del intendente de Tigre, Sergio Massa, cabeza de la lista que amenaza con vencer al Frente para la Victoria en las legislativas de octubre. Uno de los candidatos de Massa es Héctor Daer, mano derecha de West y secretario de Prensa de la CGT.
La puja también se da en medio de un paro nacional del Sindicato de Camioneros de Hugo Moyano, que se realizará mañana en todo el país, con movilización a Plaza de Mayo, y con una crisis político-gremial entre el Gobierno y los gremios ferroviarios, que también pararon esta semana durante 24 horas. El Gobierno denunció luego al secretario general de La Fraternidad, gremio de la CGT oficial, ante la Justicia penal.
Mientras las relaciones entre los gremios y el Gobierno llegan a temperaturas bajo cero, Caló intenta demostrar que tiene llegada a la Presidenta y que el Gobierno los escucha. El secretario general de la central pidió una audiencia con la mandataria para que el medio aguinaldo no sea alcanzado por el Impuesto a las Ganancias, y así bajar la tensión gremial con el oficialismo.
La posible ruptura de los “gordos” comenzó a gestarse ante el cierre de listas. En el sector de Caló aseguran que el metalúrgico se enteró, junto a Omar Viviani (taxistas) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), por el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, que Daer integraba la lista de Massa. Fue cuando fueron a pedir dos lugares para sus hombres el día del cierre de listas.
Los “gordos” lo niegan, y aseguran que Daer ya había advertido que “Massa era su candidato”. Tras confirmarse la candidatura, Viviani salió a decir que le habían perdido la confianza a Daer, y los “gordos” encontraron la vía de escape perfecta.
Pesados. Los “gordos” son pocos, pero pesan. El sector, que supo gobernar la vida sindical del país durante los 90, quedó reducido a tres sindicatos: Comercio, Luz y Fuerza y Sanidad. Los votos son dos contra uno. Armando Cavalieri, secretario general de los mercantiles, es el único que pide no romper. No lo empuja consolidar la fraterna relación en la central oficial, sino mantener aceitadas sus relaciones con el Gobierno.
Los “gordos” amenazan con romper, pero todo indica que no será oficial. Cavalieri no dejaría la central, Lescano (Luz y Fuerza) ya no va desde hace meses, y West y Daer comenzarán a alejarse por su cuenta. Fue West quien le pidió a Massa que lleve candidatos sindicales y quien llevó la propuesta al industrial José Ignacio De Mendiguren para que integre la lista del tigrense. Tuvieron dos conversaciones telefónicas y luego se vieron en Ginebra, durante la cumbre de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
