El gobernador Daniel Scioli y el kirchnerismo comparten el mismo malestar por los gremios docentes, a quienes acusan por lo bajo de “vagos” que no quieren trabajar. La presidenta de la Nación, Cristina Fernández, ensayó una de esas críticas en la asamblea legislativa del 1º de marzo, cuando pidió que el aumento salarial a los docentes esté atado al presentismo. “Yo sé que a algunos maestros el presentismo les genera urticaria, pero hay que discutirlo”, disparó. No era una frase improvisada. Durante su paso por la gobernación de Santa Cruz, Néstor Kirchner tuvo un feroz enfrentamiento con los sindicatos docentes.
Según reveló la agencia de noticias OPI Santa Cruz, cuando Kirchner asumió la gobernación impuso por decreto el presentismo, lo que implicaba una suma en negro sin aportes sobre el sueldo, que se perdía con faltar un día en el mes o llegar tarde tres veces al mes.
Un maestro que ganaba 750 pesos de sueldo, tenía por presentismo un adicional de 250 pesos. Si perdía ese beneficio, se le licuaba el 35% de sus ingresos.
Siempre de acuerdo a la información revelada por OPI, Kirchner entendió que con el presentismo evitaba los paros. Y llegó a aumentar el plus por ese concepto hasta que en 2001 conformaba el 70% del salario de cada docente. Las crecientes presiones de los gremios llevaron al gobernador Kirchner a flexibilizar el presentismo. Lo reglamentó con una cláusula que se denominó “Atención Familiar”, que estipulaba que a aquel docente que se le moría un ser querido no se le descontaría el día no trabajado. Un poco antes, en 1999, Kirchner eliminó la paritaria para docentes y empleados públicos y ordenó otorgar aumentos por decreto, en negro. Con el peor inicio de clases en décadas, el gobernador de Buenos Aires tuvo que hacer un “esfuerzo” para conformar a esos gremios a los que combatió con mano de hierro, más allá de que siempre mantuvo la paritaria abierta. “No sé si le entraron balas a Scioli, pero algunos balines seguro le entraron”, graficó un funcionario nacional. Quizás por eso cedió ante quienes no quería ceder.