Como en los ‘90, Liz Fassi Lavalle convocó en festejo porteño
Por una noche, en la apertura oficial de Espacio Madero, muchos invitados sintieron como un déjà vu colectivo y una de las frases que más carcajadas despertó fue: “Acá sólo falta Carlos (Menem)”. En el ingreso, enfundada en un adherente vestido de un solo hombro y zapatos plateados de tacos altísimos, la exultante anfitriona, Liz Fassi Lavalle –peinada como en los noventa, flequillo lateral incluido– recibió felicitaciones y flores. Adentro, una imponente decoración “Versace reloaded” en tonos blanco, negro y dorado, combinaba a la perfección con muchos de los invitados. Hombres de traje oscuro, jóvenes más informales y la mayoría de las mujeres que ocupaban los distintos livings tenían un denominador común, un estilo menemista a diez años de distancia: cabello rubio, tacos altos, escote y botox. Y ésa fue la impresión que sobrevoló durante toda la fiesta; afuera era 2009, adentro, 1998. La actuación del grupo Ambulancia –con Mike Amigorena al micrófono– volvió a todos a la realidad. En una discreta ubicación, Evelyn Schield y su marido se mostraban chochos por los comentarios sobre Santiago Bautista Diez Reutemann, el nieto –que ya tiene 12 días– que “comparten” con el ex corredor.
Buen paladar
Astrid & Gaston es el nombre de un restaurante peruano, con sucursales en Lima, Bogotá, Caracas, Madrid, Panamá, Quito, Santiago y ahora Buenos Aires. En el salón principal se reunieron 14 miembros de la Academia Argentina de Gastronomía para degustar un variado menú. Arrancaron con ostras y siguieron con ceviche. Más tarde llegó la fusión de comida japonesa con peruana, que no se debe a Fujimori sino a la importante colonia nipona en Perú, con un tataki de salmón. Grandes elogios recibió el dúo de causas, típico plato limeño y realizado con papas cosechadas en el Cusco, que le encantó a Alberto Suárez Anzorena aunque el maridaje de viogner no fue lo feliz que se esperaba para el soberbio manjar. El lenguado con arroz chaufa, bañado en el oriental caldo nikkei, fue devorado por Enrique Mallea, y el sencillo ají de gallina estaba tan sabroso que alguien sucumbió a la tentación de pasar el budín de pan por su salsa. No gustó, en cambio, un vino pinot noire. Los postres peruanos tardaron pero llegaron. Interesante análisis de la realidad política hicieron Osvaldo Zucchini y Ubaldo Aguirre, con opiniones encontradas. Lucy Pescarmona sugirió viaje a Salta para el próximo mes y realizar una cata de torrontés a ciegas. El arquitecto Sánchez Elía, Jorge Pereyra de Olazábal, Ricardo Esteves, Ignacio Gutiérrez Zaldívar y Rafael Oliveira César se anotaron sin temor al dengue.
Cumbre a bordo
El titular del BID, Luis Moreno, bromeaba sobre la gran cantidad de nubes bajas y aseguraba que gracias a ellas, por lo menos todos podían verlo de la misma altura de Rafael Bielsa, pese a que el ex canciller le saca varias cabezas. Lo mismo hacía el presidente de la Corporación Andina de Fomento, Enrique García. En ese clima distendido transcurría el Encuentro Hemisférico del Sector Privado, a bordo del imponente Caribbean Princess, amarrado en Puerto España, en Trinidad y Tobago. En el foro que coordinó Ernesto Gutiérrez –quien preside la asociación Sector Privado de las Américas, secundado por el mexicano Carlos Slim– en el gran auditorio del buque –un bote que cuenta con 1.200 tripulantes–, se habló del panorama económico mundial y de las posibilidades que se abren para la región. “Más que nunca, como sector privado, debemos ser sumamente responsables en la forma de hacer negocios, y hacerlos sustentables. No puede haber empresas exitosas en sociedades fracasadas”, dijo Gutiérrez en la inauguración. En la misma línea apuntaron el administrador del Canal de Panamá, Alberto Alemán Zubieta, y Bielsa en la expectativa por el futuro corredor bioceánico Trasandino Central que unirá Luján de Cuyo y Valparaíso. En el foro, prólogo habitual de la Cumbre de las Américas, se vio también a otros argentinos, como Eduardo Valdés y Alejandro Bulgheroni, que viajó a la isla junto a su hijo Juan Ignacio.
Se casó la nena
Al cierre de esta edición, gran fiesta se desarrollaba en el Centro de Oficiales de Prefectura, en zona norte, frente al río. Más de 450 invitados para el casamiento de Guillermina, hija de Guillermo Francos. Entre otros, Daniel Scioli, Alberto Pérez e integrantes del gabinete bonaerense, Sergio Massa, y una veintena de empresarios. Ausentes con aviso se perdieron el festejo por la excursión a la cumbre en Trinidad y Tobago. El civil, que se realizó el jueves, fue reservado y familiar.
Alto voltaje
Las peleas internas en la Comisión Nacional de Energía Atómica no son nuevas. Este medio ha dado cuenta de ellas en reiteradas ocasiones, y para colmo en algunos casos esos enfrentamientos han estado condimentados por casos de corrupción. Como el voltaje de las disputas atómicas parece lejos de aflojar en la comisión, en la Secretaría de Energía están preocupados de que alguna nueva “bomba” estalle antes de las elecciones. A tal punto, que le pidieron –no de la mejor manera– a su presidenta, Norma Boero, que mantuviera las aguas calmas, si no el organismo terminaría intervenido. Hasta llegó a mencionarse el nombre del ex vicecanciller Roberto García Moritán como el posible interventor en caso de que hubiera que aplicar esta alternativa.
Una cartera menos
La Casa Rosada no es el único edificio gubernamental que ha sido víctima de la inseguridad en la semana que termina. Al robo de un bastón de mando de Arturo Frondizi, le siguió pocas horas después un hecho similar en el Congreso. El robo, aunque de un peso simbólico mucho menor, ocurrió a media tarde, durante la presentación del libro Nosotros los Santucho, escrito por Blanca Rina, hermana del líder del PRT-ERP. En el acto, en el salón José Luis Cabezas, además de la autora, participaban como oradoras la legisladora porteña Diana Maffía y la diputada Fernanda Gil Lozano. La sorpresa fue para esta última, quien, una vez finalizada la charla notó que se había quedado sin cartera. La diputada radicó entonces la denuncia en la unidad policial que funciona dentro del palacio legislativo. Algunos horas después, el bolso apareció a pocas cuadras de allí, sólo con los documentos.
Tercer tiempo
A pesar del mal año laboral que lleva, Donato Spaccavento estuvo de fiesta. El renunciado director del Hospital Argerich festejó su cumpleaños en una casona del barrio de Belgrano y agasajó a un puñado de amigos con pizza libre y una barra con cervezas y bebidas de todos los colores. Dadas así las cosas, una muchedumbre se agolpó en esa zona etílica y los resultados estuvieron a la vista en cuestión de horas. Presentes: Silvia la Ruffa, Claudio Ferreño, Christian Asinelli, entre otros peronistas. Ausente: Juan Cabandié. Hubo diálogos políticos y alguna que otra discusión encendida. Pero el principal enemigo de los contertulios fue el extraño calor otoñal, que propició una indiscriminada ingesta etílica y algunos quedaron fuera de servicio hasta la tarde del día siguiente.
En campaña
Néstor Kirchner ha dicho que a la oposición nada le viene bien. Sin embargo, un amplio espectro de contrariados con las políticas K coincidieron en elogios al menú tras una cena en el Club del Progreso. Sesenta pesos per cápita pagaron por una lasagna con verduras y profiteroles de postre. Durante la reunión se ahondó sobre la redacción del texto final del acta del Consenso Republicano, que contiene un proyecto de agenda legislativa. Para continuar con el tema, eligieron el próximo 12 de mayo para el reencuentro, entre otros Enrique Olivera, Federico Pinedo, Paula Bertol, Jorge Enríquez, Esteban Bullrich, Luis Galvalisi, Nora Ginzburg, Guillermo Alchourón, Jorge Vanossi, Pablo Tonelli y Santiago de Estrada.
Domingo agitado
Hacia el mediodía del domingo pasado, dos parejas fueron detenidas y trasladadas a la comisaría 25a por una pelea (lesiones recíprocas). Una de las mujeres es Elida Casal, quien manifestó ser la secretaria del ministro Florencio Randazzo; pero no “chapeo”.
Prueba superada
En las calles porteñas pueden verse afiches con la imagen de Carlos Heller y un texto que desafía: “Resiste cualquier archivo. Chequealo”. De inmediato, algunos laderos de Mauricio Macri fueron al archivo y fracasaron en el intento de encontrar algún agujero negro a la vida política del presidente del Banco Credicoop. Lo que sí recordaron en un almuerzo posterior fue la gestión de Heller en Boca y la catarata de insultos que cosechaban junto a Antonio Alegre en cada partido jugado en la Bombonera por la marcha del club en aquellos años.
Ladrillos en Miami
Hace poco más de un año, Mirtha Legrand compró una quinta donde se recluye con amigos y nietos, y donde se planeó el fallido festejo post boda civil –postergada para 2009– de Juanita Viale. Ahora, en pleno plan expansivo, el nuevo reducto de los Tinayre-Viale es el edificio One Bal Harbour. Un impresionante complejo de 260 residencias sobre el puente que une Bal Harbour con Haulover Park, en el norte de Miami. Departamentos y condominios están administrados por la cadena Regent. Las expensas superan los 3.000 dólares y el spa es el mejor de Miami. El metro cuadrado no baja de 12 mil dólares y Mirtha, quien hace 35 años no visita esa ciudad, pasa unos días en su flamante inversión junto a Marcela y a sus nietos Juana e Ignacio. Este último, en vano, intentó convencer a su abuela de no llevar tanto equipaje.
Seduciendo en MDQ
La táctica del oficialismo de jugar a ser candidatos no parece limitarse al Conurbano bonaerense. Parece que la movida puede llegar hasta la Costa atlántica. Según se supo, quien está recibiendo fuertes presiones para sumarse al pelotón de postulantes testimoniales es el intendente de Mar del Plata, el neokirchnerista Gustavo Pulti. Pese a que es un hombre que supo militar en el desarrollismo, luego en la línea ideológica de la UCeDé, y luego alcanzó proyección como independiente, Pulti se convirtió en un aliado del Gobierno nacional, y de Daniel Scioli, cuando logró la intendencia marplatense, en 2008. Pero pertenecer tiene sus privilegios y también sus obligaciones, y ya son varios los hombres K que se han encargado de recordárselo. Hace dos meses, recibió la visita de Dante Dovena, que le deslizó la idea. Después fue el propio Julio De Vido quien viajó a La Feliz para ofrecer fondos que, ha ocurrido otras veces, seguramente no llegarán: prometió inversiones por 900 millones, en una ciudad cuyo presupuesto anual es de 1.000 millones. Y la semana pasada fue el propio Amado Boudou el que insistió, ya con el operativo bonaerense en marcha. El jefe comunal no la tiene fácil. Para seducirlo aún más, le ofrecieron a su esposa, Lucila Branderiz, ingresar al Senado provincial.
Análisis y medialunas
No sólo volvieron los calientes desayunos de ADE sino que también se volvió a analizar la situación política. Esta vez para la presentación del libro del economista Samuel Muzykanski: Argentina. Nuevo desarrollo. Estrategia económica. Para ello se armó un panel con Gaston O’Donnell; Patricia Bullrich, Diego Guelar y Rodolfo Iribarne. Atentos a las exposiciones estuvieron Adelmo Gabbi, Archibaldo Lanús, el ex juez Martín Silva Garretón, Raúl Granillo Ocampo y el desarrollista Octavio Frigerio hijo. Mucho se habló de la suerte fallida que tuvo el país; se probaron varios modelos, pero todos fracasaron. Entonces, la pregunta subyacente fue si será una cuestión de modelos o del entorno en que ellos son planteados. La definición más fuerte la dio O’Donnell, quien, como anfitrión y sabiendo de la presencia de muchos peronistas –de variados matices–, no se privó de señalar que desde 2003 la sociedad está inmersa en una interna abierta del PJ. Las candidaturas testimoniales de Scioli a diputado nacional y de los intendentes a concejales no hacen más que expresar que para ellos la interna del PJ está por encima de las instituciones.
El ogro Ginés
El embajador argentino en Chile, Ginés González García, estuvo en Buenos Aires la semana pasada y en cada lugar que recorrió no perdió la oportunidad de deslizar comentarios subidos de tono sobre Graciela Ocaña, la funcionaria que detentaba la mejor imagen del staff K. Sin ánimo de ocultar su encono, manifestó abiertamente que la ministra dejó caer un grupo de centros de controles de especies que se habían creado en las provincias para monitorear el avance de, por ejemplo, el mosquito culícido Aedes aegypti, transmisor del dengue.
Arte, arte, arte
Rogelio Polesello es un artista de alto perfil que, al parecer, sabe cómo moverse para estar vigente y hacerse de fans consecuentes. Empresarios y algunos políticos decoran sus casas con sus obras. Sin embargo, a Polesello, pocos de ellos le importan tanto como una reciente admiradora de sus telas: se trata de la mujer de Patrick Korn, el presidente de Alstom, la empresa que iba a llevar adelante el fallido proyecto del tren bala. Se conocieron durante el pasado verano en Punta del Este, donde ella y su marido fueron los anfitriones de un torneo de golf y de una cena en una chacra en José Ignacio. El le obsequió un libro, ella prometió invertir. Reservado como pocos, Polesello sonríe y se mantiene en silencio.
