Intimidades del maratónico adiós a Néstor Kirchner
La muerte de Néstor Kirchner y el duelo decretado por la presidenta CFK desfiguraron una semana que empezó cargada de convites y prometía terminar de la misma manera. Desmantelada toda actividad social y gastronómica, el prolongado velatorio del ex presidente dejó interesantes historias que merecen ser contadas, aunque dentro de un marco de respeto. Por empezar, igual sorpresa que la propia muerte del caudillo santacruceño resultó para muchos que entre tanto dolor quien lanzara la candidatura de CFK 2011 fuera Héctor Timerman, un funcionario obediente y poco habituado a las declaraciones resonantes. Al respecto, se comentaba en las inmediaciones de la Casa Rosada que algunos encuestadores de los que suelen trabajar para el Gobierno salieron a encarar nuevos estudios de opinión pública para medir el impacto social del fallecimiento de Kirchner. Nadie ha soltado prenda hasta el momento pero el Espía está en condiciones de informar que los números preliminares serían muy alentadores para las chances oficialistas. Pocos en el mundillo de Balcarce 50 sabían que días antes de la desaparición física del ex presidente, Daniel Scioli, a través de allegados, se había mostrado por demás interesado en el diario La Prensa y hasta habría pedido su cotización. En este sentido, no hubo comentarios, tal vez para evitar comentarios ásperos contra el gobernador con aspiraciones individuales. En pleno velatorio, pero en un salón contiguo, varios enamorados del modelo escucharon con atención la catarsis de un soldado K, mientras en la propia capilla ardiente, buena parte de los funcionarios que se ubicaron de pie frente al féretro se preguntaban quién era el hombre que les hablaba al oído a todos e intentaba escalar posiciones. No era otro que Gustavo Cinosi, dueño del Sheraton Pilar, y hombre que sabe mantener sus relaciones con el poder. Igual de variopinta, fue la convocatoria a lo largo de toda la jornada del jueves, que sirvió para inesperada reconciliación. Demostrando su afecto a la Presidenta estaban los ex gerentes de programación de Telefé Bernarda Llorente, esposa del ex canciller Jorge Taiana, y Claudio Villarruel. Se cruzaron allí con Soledad Silveyra, quien iba acompañada por Chacho Alvarez, siendo la primera vez que se veían desde el último fracaso televisivo, que terminó enemistándolos. Con abrazo y beso sellaron la amistad entre las lágrimas de rigor. El que no logró vencer la incomodidad que generó su presencia fue el siempre bronceado ex secretario de Transporte de Kirchner, Ricardo Jaime.
Gala solidaria
Inmejorable noche le tocó a Valeria Mazza, que en el Palacio Duhau-Park Hyatt realizó la gala anual del Hospital Austral. Excelente también fue la convocatoria que logró, pese a que cada mesa valía entre 20 y 30 mil pesos y a que el rematador de objetos con fines benéficos volvió a ser Oscar González Oro, cuya sorna e insistencia a la hora de pedir colaboraciones colmó la paciencia de varios invitados durante la edición del año pasado y esta vez se bajaron de la lista. Gran recaudación también: nada menos que $ 1 millón, que salió de los bolsillos de, entre otros, Cristina Khallouf, Germán “Pomelo” Neuss, Sebastián Eskenazi, Pablo Roemmers y María Podestá. Proletaria ayuda proporcionó la pareja Macri-Awada al igual que Florencio “el Heladero” Randazzo y Cristiano Rattazzi, que soportó las bromas y se retiró no sin antes donar $ 200.
Médico y ambulancia
La Rural se llenó de políticos y empresarios para la gala a beneficio de COAS, donde la presencia del jefe de Gobierno porteño motivó conjeturas varias sobre el futuro político. Tanta seriedad se esfumó de golpe con la irrupción en el escenario de un humorista que tomó de punto a una integrante de la comisión de COAS. Mientras los invitados paladeaban el paillard de pollo con arroz, comenzaron a llover las bromas sobre la mujer que de la vergüenza sufrió un desmayo. Afortunadamente, no fue necesario llamar ni médicos ni ambulancia: Jorge Aufiero atravesó el salón como quien cruza la 9 de Julio de un tirón y no sólo la atendió sino que también la trasladó. Con rudos movimientos, el temido púgil de Zona Norte la cargó en su robusta espalda y la llevó a resguardo para darle una mejor atención. La mujer se recuperó de inmediato y Aufiero se ganó el cielo entre los presentes. Se vio a Eduardo Escasany, Alejandro MacFarlane, Ernesto Gutiérrez –con mano accidentada jugando al polo–, Bruno Quintana, Juan Pablo Maglier, Juan Pablo Arenaza, Jorge Enríquez y los ministros porteños Jorge Lemus y María Eugenia Vidal.
Hambre y chicana
Antes de que la repentina muerte de Néstor Kirchner se convirtiera en un lógico monotema, entre varios funcionarios de los ministerios de Salud y de Desarrollo Social de la Nación no cayeron muy bien las declaraciones del gobernador de Misiones, Maurice Closs, en las que admitió que en su provincia hay unos 6 mil chicos con desnutrición. La molestia se originaba en que, a juicio de estos funcionarios, Closs no había puesto el suficiente acento en cuánto ha mejorado la situación con los planes sociales que se vienen ejecutando en esa región. Y la réplica se activó en formato de chicana, como cuando con malicia lanzaron que Closs no debe pensar tanto en los desnutridos de su provincia cuando viene a la Ciudad de Buenos Aires y asiste con toda la familia –esposa y dos hijos– a un conocido y costoso restaurante emplazado en el Hipódromo de Palermo. Cuánta maldad.
Canapés y política
Nutrida concurrencia tuvo la recepción que el lunes por la noche organizó el ex embajador argentino en Francia, Archibaldo Lanús, en el Palacio Estrugamou para Juan Antonio Ibáñez, quien está a punto de partir hacia Roma, donde fue designado como nuevo cónsul general. Hubo presencia numerosa de integrantes del cuerpo diplomático, que caminaron los escasos metros que separan el lugar del Palacio San Martín. La tenida incluyó delicatessen, espumantes y champagne francés para agasajar a Ibáñez, que es hermano del reconocido conductor Pancho Ibáñez y que además cobró notoriedad en diciembre de 1996, cuando era cónsul general argentino en Lima y fue una de las 400 personas tomadas como rehenes en la embajada japonesa en Perú durante un asalto del Movimiento Revolucionario Tupac Amarú. El hombre estuvo entonces varias semanas cautivo y fue destacado por distintos medios internacionales por haber ayudado a mantener el ánimo del resto de los rehenes con sus trucos de malabarismo y sus conocimientos de magia con juegos de naipes. En la reunión, definitivamente sin imaginar lo que sucedería apenas un día y medio después en El Calafate, el fugaz ministro de Educación de Mauricio Macri y embajador, Abel Posse, y el ex titular de la SIDE durante el menemismo y ahora escritor best seller, Juan Bautista “Tata” Yofre, presagiaban convencidos un final inminente para el kirchnerismo y aseguraban que la gestión de Cristina Fernández había sido devorada por el protagonismo excesivo y “la voracidad de poder” de su marido. Arriesgaban ambos, y muchos interlocutores asentían, que el candidato del peronismo “que sepa expresar una imagen conciliadora podrá capitalizar los reclamos de la sociedad”. Yofre aprovechó la velada para promocionar su última obra, El escarmiento, donde relata el último año de vida de Juan Domingo Perón y su ofensiva contra su otrora aliado clave Héctor Cámpora y contra los Montoneros. En otro rincón de la residencia de “Archie” Lanús, el ex cantante lírico y de tangos Horacio Ravera –quien fuera jefe de Audiencias en la Casa Rosada durante la presidencia de Carlos Menem– hablaba algo alarmado con el dueño de casa acerca de los índices de criminalidad juvenil en la provincia de Buenos Aires. Ravera, que fue futbolista también, comentaba la relevancia procesal de la sentencia dictada contra los acusados por el ataque al ex defensor de River, Boca y la Selección Fernando Cáceres, y destacaba el rol clave jugado por los llamados al 911 para poder comprender cómo sucedieron los hechos.
Concierto lírico
La actual residencia de los embajadores de Italia fue construida en los años 20 para Federico de Alvear y Felisa Ortiz Basualdo, pero ellos nunca habitaron esa morada y el palacete estuvo durante años vacío. En el concierto que ofreció a comienzos de la semana la Fundación Teatro Colón, en cambio, no cabía un alma. Más de 250 personas disfrutaron el recital lírico de las soprano Verónica Julio y Oriana Favaro, el tenor Emanuel Esteban y el barítono Sebastián Angulegui, siempre acompañados por el maestro Marcelo Ayub. El mismo concierto será organizado por Alejandro Cordero y Teresa Aguirre Lanari de Bulgheroni el 8 y 9 de noviembre en Nueva York, para la America Society. Entre quienes fueron de la partida en la casona que habita Guido Walter La Tella estuvieron Mirtha Legrand, Luis Ovsejevich, Ernesto y María de Estrada, Marta Gancia, María Elena Lanusse de Estrada, Patricia Boissieu, el embajador de España, Rafael Estrella, Antonio Estrany y Gendre, Gino Bogani, el director del Instituto Superior del Teatro Colón, Eduardo Ihidoype, y Renee Behar, llegada desde San Pablo.
Pasión futbolera
Partido pintoresco en las tribunas pero un bodrio de novela dentro del campo de juego el que disfrutaron y sufrieron dos racinguistas de distintas vertientes políticas como son Ricardo Gil Lavedra y Horacio Rodríguez Larreta, quien concurrió invitado con su mujer Bárbara Diez al palco de Eugenio Burzaco, fana riverplatense. Este último se lamentaba por la angustia que le provocan los magros promedios que está teniendo la escuadra millonaria para salvarse del descenso. También los dos “académicos” expresaban su disconformidad con el planteo mezquino de Miguel Russo. Afortunadamente, distrajeron la vista de todos dos presencias periodísticas femeninas del periódico El País de Cali, Colombia, que quedaron maravilladas con el espectáculo de las tribunas aunque debieron soportar estoicamente los insultos que recibió su compatriota “Gio” Moreno, jugador de Racing, por parte de la platea “millonaria”.
El festejo de una diva
Es una de las mujeres más elegantes de la Argentina, y la dama que trajo la moda de Valentino –su amigo personal– allá por los años 70. Y como no podía ser de otra manera, sus amigos colmaron los salones del Jockey Club para acompañar a Liu Terracini en el festejo de sus 80 años que le organizaron sus hijos Gonzalo y Julie. Más de 300 personas estuvieron en el convite. Entre ellos, y uno de los más abordados para consultarlo acerca de su casamiento, fue Mauricio Macri, pero el jefe de Gobierno partió enseguida. También estuvo el ex presidente Fernando de la Rúa, quien conversaba con Mariano y Elena Grondona. También fueron de la partida la hija de Amalita Lacroze de Fortabat, Inés Lafuente, y Patrick y María O’Farrel. Mirtha Legrand, en una semana extraña que comenzó con varios eventos, se sumó al festejo, al igual que Graciela Borges, Cecilia Zuberbuhler, Alejandro Cordero, Eduardo y Verónica García Mansilla, Martín Blaquier, Teresa de Anchorena, Jaques y Elisa de Luynes. Muy elogiada por Cristiano Rattazzi fue la mesa de postres dispuesta para la ocasión.
Viaje de negocios VIP
Muy conmovido por la muerte de Néstor Kirchner está el dueño de Laboratorios Richmond y empresario de medios caído en desgracia Marcelo Figueiras. Pese a la congoja, el hombre no se privó de hacer un corto viaje de negocios a Estados Unidos. Eso sí, desde un plasma de la sala VIP de Aerolíneas Argentinas en el aeropuerto de Ezeiza siguió toda la información en el día del fallecimiento del ex presidente con un look muy juvenil: jeans, remera blanca, saco de lino azul y zapatillas rojas.
Busti, el macrista
Mauricio Macri viajó el último fin de semana a Junín y 9 de Julio, pero al parecer más productiva resultó la visita que hizo hace 15 días a Entre Ríos. Allí, dicen, consiguió alinear a Jorge Busti, que de a poco muestra cada vez más interés en recuperar la gobernación que recayó en manos del kirchnerista Sergio Urribarri. Según dicen, en aquellas tierras mesopotámicas, los números de las encuestas le sonríen al jefe de Gobierno porteño. Claro, estas especulaciones tienen fecha anterior a la muerte de Kirchner y en el entorno de Macri reconocen que tendrá que trabajar duro para mantenerse en la conversación sin ser opacado por el efecto K. Para ello, en el macrismo no descartan otra visita a Entre Ríos en el corto plazo.
Almuerzo pendiente
En una semana recortada en cuanto a eventos sociales y marcada por el duelo decretado tras la muerte de Néstor Kirchner, quien se vio en la obligación de suspender sus clásicos almuerzos de los jueves en el predio de Gendarmería fue Antonio Cafiero. El veterano dirigente propuso a su tropa correr una semana el convite, ya que a la misma hora en que se habría sentando a la mesa, visitó la Casa Rosada acompañado por su ladero Guillermo Piuma para llevarle sus condolencias a la Presidenta CFK.