Nueva preocupación del establishment agita a los politólogos
Comentaba un analista político, titular de una consultora con importante cartera de clientes, después de tragar saliva con esfuerzo, que hoy la mayoría de los empresarios ya no le piden encuestas para saber si ganará Cristina Kirchner y por cuánta diferencia, algo que sí sucedió en febrero y alteró la plácida rutina de muchas encuestadoras. En la coyuntura, el empresariado asume su triunfo y que habrá que seguir tratando con Julio De Vido, Carlos Zannini e incluso Guillermo Moreno. Pero lo que ahora los desvela es vislumbrar –a través de estudios de opinión– posibles escenarios post 2011, dando por hecho que los Kirchner sumarían en octubre otro récord: sería la primera vez que un gobierno asume un tercer período democrático. La indecisión de Macri para elegir entre Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti, para sucederlo en la Ciudad, lo ha puesto aún más lejos de su sitial de “esperanza anti K” pero no se desprenden de él porque es lo único que tienen a mano. Ernesto Sanz dio un paso al costado, Elisa Carrió no convence y Mario Das Neves salió más golpeado que el oficialismo tras lo sucedido en las elecciones en su provincia y opacó su intención de candidato presidencial. El mencionado politólogo, más convencido que nunca, repite la frase: “Hoy toda la oposición trabaja para Cristina” y esta afirmación le ha generado interesantes contrapuntos en las charlas que brinda a lo más granado del establishment.
Puntualidad y recelo
Los invitados habituales a los agasajos ofrecidos a los mandatarios extranjeros, en el Palacio San Martín, no lo podían creer. Rompiendo la tradición de comenzar fuera de la hora fijada –todos recordaban las más de tres horas de retraso con que comenzó el almuerzo en la visita de Dilma Rousseff– la Presidenta y Hugo Chávez ingresaban casi puntualmente a la tradicional sede de la Cancillería en la calle Arenales. La variopinta concurrencia estaba preparada para escuchar un largo discurso del comandante. Pero en tren de sorpresas, el invitado habló sólo diez minutos, donde remarcó las bondades de los vinos argentinos, y agradeció a la anfitriona los obsequiados en su última visita. Luego de las palabras, todos disfrutaron de un menú de productos nacionales: piadina de queso brie de Córdoba, bife de lomo y de postre, “huella tibia” de dulce de leche granizado. Entre las mesas más interesantes, la que compartieron Héctor Izcazuriaga, Carlos Zannini y Hebe de Bonafini. A la hora de las fotos, los más interesados en acercarse a la mesa de los presidentes fueron Ignacio de Mendiguren y Amado Boudou. La presencia de varios consultores no pasó inadvertida; al final de la reunión, Roberto Bacman, Juan Manuel Sabaris y Ricardo Rouvier analizaban los últimos sondeos junto al siempre alegre vocero presidencial Alfredo Scoccimarro. Esta vez, su motivo de alegría eran las consecuencias catastróficas para el Peronismo Federal de las elecciones de Chubut. Todos felices retomaban sus agendas luego del almuerzo, menos los líderes piqueteros Emilio Pérsico y Edgardo Depreti, enojados por la ubicación asignada: en el salón contiguo, reservado para asesores y acompañantes.
Ni Alberto, ni Menem
Bajo el lema “Hay Propuestas”, Eduardo Duhalde presentó su programa ante 140 invitados especiales en el hotel Los Dos Chinos. Hubo mucho invitado con actuación en la década pasada, tal vez algo no motivador para mostrar renovación. En el estrado, Duhalde y Carlos Brown, quien luego de una breve introducción presentó al futuro presidente “Alberto” Duhalde, justo el nombre de pila de su rival en la interna, Alberto Rodríguez Saá. Y esto tentó hasta Duhalde, quien dijo: “Me hacés acordar a Palito cuando en el ’99 me presentó como Eduardo Menem”.
Hípicos, no burreros
Enrique Delger es el director comercial de Haras Firmamento, una de las pasiones de los hermanos Juan Carlos y Sebastián Bagó. El hombre cumplió 60 y los festejó con buena convocatoria en Rosa Negra. Temas variados en la larga mesa: Antonio Chalbaud festejaba el triunfo de unos de sus caballos en un clásico, Juan Carlos Bagó recomendaba a todos releer El hombre mediocre, de José Ingenieros. Gerardo Serra y Nacho Gutiérrez Zaldívar recordaban viejas épocas en el Champagnat. Alguien pidió que no se hablara más de “burreros” y sí de hípicos, al referirse a los aficionados a las carreras. El tema quedó pendiente para ser tratado días después, en el cumpleaños de Mario Guerrieri en el mítico reducto de la calle Castañón.
De cine y coyuntura
Nutrida y selecta concurrencia asistió a la Fundación Proa para el preestreno de Dormir al sol, interesante película argentina basada en un relato de Adolfo Bioy Casares. Su director, Alejandro Chomski, saludaba uno a uno a los invitados, entre quienes se hicieron presentes el empresario Eduardo Elsztain, José Miguel Onaindia, Adriana Rosenberg (presidenta de la Fundación Proa), Alan Pauls, Juana Molina, el abogado Pablo Jacoby, Vera Fogwill y Luis Machín, protagonista del largometraje. Tres temas concentraban los diálogos en el distinguido edificio a orillas del Riachuelo: nadie entendía por qué el film no fue seleccionado para participar del festival de cine Bafici 2011, el bloqueo que impidió la salida de Clarín (con opiniones “desencontradas”) y la extraordinaria muestra de la artista Louise Bourgeois, que se exhibe allí mismo, con una imponente araña de metal como estandarte en la vereda de la Fundación.
Lanzamiento
El miércoles por la noche, Ricardo López Murphy organizó su primer cóctel de recaudación de fondos para la campaña a jefe de Gobierno 2011 en un catamarán de Puerto Madero. Asistieron más de doscientas personas, en su mayoría empresarios, comerciantes porteños y políticos que trabajan en los equipos técnicos y en el staff de Convergencia Federal, como Jorge San Martino, Marcelo Meis, Fernando Caeiro, Héctor Lombardo y Nicolás Gallo. En su breve discurso agradeció el apoyo y señaló los ejes de su campaña. “Hemos terminado el plan de gobierno y estamos en condiciones de ofrecerles a los vecinos de la Ciudad una propuesta renovadora, moderna y transparente y, además, una alternativa al kirchnerismo y al macrisno. También estamos conversando con la UCR y la Coalición Cívica para llegar unificados a la elección”, aclaró. Luego del evento, López Murphy participó del estreno de la obra teatral Don Arturo, protagonizada por Luis Brandoni. Allí se saludó con Fernando de la Rúa y con Mauricio Macri, con quien no se hablaba desde la elección presidencial del 2007.
Boda en la barra
El fin de semana largo permitió que muchos cruzaran a Punta del Este para descansar. Y para unos ochenta invitados, la gran atracción en la otra orilla fue el casamiento de la curadora de arte Victoria Noorthoorn y el escritor Carlos Gamerro, en La Barra. La ceremonia, a la que los novios llegaron en un auto antiguo descapotable que les prestó Goyo Molinari, estuvo acompañada por las voces de la soprano Verónica Julio y el tenor Emanuel Esteban. Hubo gran presencia de artistas plásticos, entre los que destacaba Jay Levenson, del MOMA, que llegó junto a su mujer desde Nueva York. Victoria Noorthoorn trabajó bajó las órdenes de Levenson durante varios años en el museo ubicado sobre la calle 53 de Manhattan. Desde San Francisco viajó especialmente la curadora Patricia Maloney. Entre los que llegaron desde Buenos Aires estaban el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien acompañó a su mujer Bárbara Diez –ya que ella fue quien se encargó de la organzación de la fiesta de bodas–, Sergio Renán, Ignacio Liprandi, Juan Martín y Soledad Sacerdote, Alejandro Cordero, Martín Braun Blaquier, María Rusconi y Leticia Larivière, entre otros. En la tarde esteña, la boda continuó con una cálida recepción en el tradicional Club de Playa.
Festejo y lírica
El presidente de la Fundación Vida Silvestre, Patrick O’Farrell, festejó sus 70 años y para ello su mujer, Marta Cordero, le organizó un nutrido cóctel en el club de Criadores de Caballos de Carrera. Hubo más de cien invitados, entre ellos, Teresa de Bulgheroni, Liu Terracini, el príncipe Alexander de Saxe y su mujer, la princesa Gisela de Baviera, que acaban de llegar de Alemania y piensan instalarse en el país. Se los vio también a Lili Sielecki, Jorge Aufiero y Alejandro Ayerza. La sorpresa fue la actuación de los tenores Duili Smiriglia y Emanuel Esteban, las sopranos Marina Silva y Gabriela Ceaglio, la mezzo Florencia Machado, y el barítono Gustavo Feulien, quienes, dirigidos por el maestro Marcelo Ayub, improvisaron un pequeño concierto que finalizó con una notable versión de El día que me quieras. La pieza tuvo como invitado especial a Gino Bogani, que se sumó a los cantantes del Colón para la versión del tango.