Mauricio Macri quiere evitar que el Gobierno nacional sea quien entregue a Cristóbal López, el Zar del Juego, otro negocio antes de dejar el poder: los bingos de la Ciudad. Por ello, el Gobierno porteño denunció penalmente al directorio de Lotería Nacional por el delito de “desbaratamiento de los derechos autonómicos de la Ciudad de Buenos Aires”, una forma de estafa que establece hasta seis años de prisión.
En rigor, el PRO intenta frenar una licitación iniciada por el gobierno kirchnerista para explotar los cinco bingos de la Ciudad, donde ya se presentaron dos sociedades en las que confluyen Cristóbal López, Federico de Achával (socios en el Hipódromo de Palermo), Cirsa (Casino Flotante de Puerto Madero), y el grupo Liberman (que opera el Casino de Mendoza).
La licitación de Lotería intentó ser frenada en dos oportunidades por el Instituto del Juego porteño. El organismo envió dos cartas documento para impedir que se continúe con el proceso licitatorio en enero pasado. ¿Por qué la Ciudad no maneja su propio juego? Porque en 2003 Aníbal Ibarra y Néstor Kirchner firmaron un convenio por el que la Capital le cedió el manejo y la fiscalización del juego a cambio del 50% de los ingresos por los derechos de explotación.
La denuncia penal recayó en el Juzgado Federal Nº 7, a cargo del juez Sebastián Casanello, y bajo la órbita del fiscal Ramiro González.
Ahora el conflicto tiene una fecha clave: el domingo 19 de abril vencerán las concesiones de las cinco salas de bingo habilitadas –Belgrano, Caballito, Congreso, Flores y Lavalle– y con el proceso licitatorio frenado resulta casi inexorable el cierre de estos locales. Por tal motivo, los trabajadores de los bingos ayer se declararon en estado de alerta y movilización.
Mientras tanto, las salas, hasta ahora en manos de sociedades que acumulan una deuda de $ 140 millones con Lotería Nacional, funcionan a la espera de una solución.
Fuentes del gobierno porteño indicaron a PERFIL que existe un principio de acuerdo entre Lotería y GCBA por si el cierre de los bingos resulta irremediable: absorberían en partes iguales a los cerca de 300 trabajadores que el 19 de abril podrían quedar en la calle.